Este lunes 7 de octubre, un grupo de estudiantes y jubilados se apostó en los bajos del rectorado de la Universidad de Guayaquil, para protestar por la destitución de tres docentes. Los manifestantes también exigieron el pago de valores pendientes a trabajadores jubilados, y se quejaron por supuestas fallas en el proceso de matriculación.

Los manifestante exhibieron carteles con mensajes en los que respaldaban a Camilo Morán, Jorge Ortega y Eduardo Chancay, quienes la semana pasada fueron destituidos de la docencia universitaria.

Michael Ocaña, secretario general del Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria (FRIU), indicó que el despido de los mencionados docentes es injustificado. “Se expulsa de la cátedra a maestros que son referentes de la oposición universitaria; lo que significa que quienes se opongan a la política del interventor, corren el riesgo de ser separados de la institución”, añadió.

Galo Peralta, a nombre de los jubilados, mencionó que hasta el momento la universidad no les cancela lo que les adeuda. “Seguiremos en pie de lucha hasta que se nos reconozcan nuestros derechos”, advirtió en medio de gritos.

Un grupo de policía resguardo la puerta de ingreso del edificio administrativo, donde funciona el rectorado, con el fin de evitar algún desmán que pudiera producirse.

Roberto Passailaigue, rector y presidente de la Comisión Interventora para el Fortalecimiento Institucional (CIFI) de la alma máter, respondió a estos comentarios.

Sobre la situación de los docentes, resaltó que estos cometieron graves actos de indisciplina, y por tanto fueron sancionados con la destitución por la Comisión del Debido Proceso, y no por el rectorado.

A ellos se los acusa de haber golpeado al jefe de seguridad de la universidad, Marcos Ceballos, durante una jornada de protesta en la que apoyaban a los jubilados.

En cuanto a la situación de los jubilados, el rector explicó que la institución ya ha solucionado la situación de muchos de ellos. “A los demás, siempre y cuando reúnan los requisitos de ley, se les pagará de forma paulatina, mientras que los restantes, al no cumplir tales requisitos, lamentablemente no podrán ser incluidos en el pago”, remarcó.

Finalmente, dijo que las quejas contra el proceso de matriculación online no tienen fundamentos. Aseguró que el proceso avanza de forma normal, al punto que cerca de 50.000 de los 70.000 estudiantes de la universidad, es decir, más del 71 % del total, ya están registrados. “Cualquiera lo puede constatar, si ingresa al portal web”, enfatizó.