Tensión hasta el último minuto. El Gobierno y los dirigentes indígenas del paro nacional lograron este jueves 30 de junio, un primer consenso con el que se logró poner fin a la movilización que se extendió por 18 días, aunque no todas bases se mostraron de acuerdo.

Las conversaciones se adelantaron desde la noche del miércoles y continuaron hasta la madrugada de este jueves. Se aplicó el mayor sigilo posible. Tanto las partes como los mediadores de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) prefirieron que sea así para evitar influencias y distorsiones externas.

De este esfuerzo surgió un documento al que bautizaron como Acta por la Paz con nueve puntos. Entre los más destacados está la derogatoria del decreto 95, en materia de hidrocarburos, y la reformatoria del 151 sobre el plan de acción minero para incluir que dichas actividades no podrán desarrollarse en áreas protegidas, zonas intangibles y arqueológicas, entre otras.

Además, que se garantizará la consulta previa, libre e informada de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, tendiendo en cuenta las recomendaciones hechas por la CIDH y la Corte Constitucional (CC).

Hasta ahí todo fluía. Tanto que las partes acordaban instalar una mesa de diálogo con la presencia de los garantes con una metodología también consensuada con el objetivo de dar seguimiento a lo planteado y encontrar resoluciones a los temas presentados en la diez demandas de la Conaie. Esto, por un lapso de 90 días.

En el punto octavo, llegó lo que todo el país quería escuchar. Que los presidentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza; Gary Espinosa de la Fenocin; y Eustaquio Tuala de la Feine "declaran el cese de las movilizaciones y el retorno paulatino a los territorios así como la suspensión de todo acto que pudiera afectar la paz y el orden público".

En contra parte, el Gobierno se comprometió a derogar el estado de excepción vigente en la medida que se restablezca la tranquilidad en las provincias sobre las que se aplica está medida desde la tarde del miércoles.

"El Gobierno acepta implementar las siguientes medidas adicionales: reduce el valor del combustible diésel en cinco centavos de dólar por galón que, sumados a la anterior disminución de diez centavos, significa una reducción total de quince centavos de dólar por galón", leyó el secretario de la CCE, David de la Torre.

Lo mismo para las gasolinas Extra y Ecopaís que, de acuerdo al compromiso del Gobierno empezarían a costar $ 2,40 por galón, aunque el objetivo de la Conaie era una reducción de cuarenta centavos hasta llegar a los $ 2,10. Esa fue la piedra de toque. Aunque Iza se mostró bastante de acuerdo con lo contenido en el documento para lograr la pacificación del país otros como Marlon Vargas, dirigentes amazónico y el propio Espinosa pusieron reparos a lo que habían oído y empezaron a hablar de nuevas demandas. Eso alteró a un grupo reducido, pero bullicioso de indígenas y no indígenas que empezaron a gritar que no se firme el documento.

Eso obligó a Iza a pedir veinte minutos, que se hicieron una hora, para consultar a las bases dijo. Luego de eso regreso. Pidió que se incluyan algunas observaciones y modificaciones que no alteraron radicalmente el documento final. El líder de la Conaie reconoció que está decisión podría traer malestar en las bases y que estaba dispuesto a asumirlo.

Tuala incluso dijo que desde afuera, dónde se concentraba una marcha, estaba recibiendo mensajes en el que les acusaban de "haberse vendido", lo cual fue rechazado por el dirigente evangélico.

Quién no había cambiado de decisión era Espinosa que al inicio se negó a firmar, aún cuando en la consulta con sus bases, la disposición era que lo haga. Fue necesario que otro dirigente de la Fenocin se acerque y le recuerde que hubo una decisión colectiva.

En lo que sí hubo un acuerdo entre los dirigentes es que si en 90 días no hay resultados y el Gobierno no cumple su parte, la medida de hecho se volverá a retomar con más fuerza.