Cuando los riñones están sanos, filtran la sangre y producen orina sin contratiempos, además de cumplir otras funciones. Si dichos órganos fallan, tu mascota, sea perro o gato, puede sufrir de insuficiencia renal y problemas de salud que suelen ser irreversibles.

Según el veterinario José Jaramillo, las enfermedades renales son muy frecuentes, tanto en perros como en gatos, sin embargo, los dos tienen condiciones médicas diferentes.

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“Un paciente gatuno es más fácil que se infecte o que se enferme de los riñones, básicamente por la alimentación inadecuada”, asegura. Y es que el buen funcionamiento de los riñones radica en la alimentación.

El uso de balanceados que no son regulados, sobre todo aquellos de bajo costo, producen en los gatos la sedimentación por el tipo de proteínas que utilizan, al producir mucho sedimento viene la arenilla urinaria y eso lleva a que el animal tenga mayor presencia de cálculos. Incluso la orina sale con sangre.

“Cuando hay presencia de ellos, la inflamación y el daño en los riñones aparecen. También puede ser la falta de alguna enzima en los alimentos, como la taurina, por eso el gato debe comer su comida y no la de perro, porque este balanceado carece de dicha sustancia.

También se pueden generar otras series de trastornos, incluyendo alteraciones renales y hepáticas”, explica Jaramillo.

• Acerca de los gatos

Al hablar de cuidar la salud renal exclusivamente del gato, se lo debe hacer por separado de los chequeos médicos de rutina. Si velamos por la salud general del animal con una buena alimentación, cuidado y control, habrá una sanidad completa del organismo y, por ende, los riñones también van a estar sanos, pero como no siempre se cumple con ello, se alimenta al animal de manera inadecuada hasta terminar con daños irreversibles, como insuficiencia renal y otras enfermedades que son degenerativas y de las que no se puede fácilmente recuperar.

• Qué tomar en cuenta de los perros

En los perros básicamente es lo mismo, y para eso se debe tomar en cuenta las revisiones clínicas profundas, mínimo una vez al año, que son de sangre, hepáticas, pancreáticas, renales y más. Otra cosa son los controles regulares que debe hacerse cada tres meses entre parasitarios en general. “

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Un paciente por encima de los 4 años debe hacerse un control clínico profundo con exámenes incluidos”, aconseja el especialista. La tendencia moderna es la dieta BARF (compuesto de vegetales y proteínas), que produce menos daños que el balanceado

Sin embargo, dice Jaramillo, la mejor alimentación es la que te recomienda el veterinario basándose en la condición clínica del paciente. En este punto, tampoco se puede desmerecer la parte económica, ya que un balanceado de alto rendimiento es muy caro, y no todos pueden sostener ese tipo de alimentación para su mascota. Por eso hay que consultar con el médico las condiciones clínicas del animal y ver también la situación económica y qué balanceado se le puede suministrar. “

“Si le doy balanceado ultrapremium a mi gato, sé que no se me va a enfermar de nada, pero una funda cuesta cerca de 100 dólares, cuando en la tienda hay marcas de 3 dólares. La diferencia es muy alta por la calidad de la proteína y su elaboración diferente”, finaliza el médico.

• Tips para ayudarlos en su salud 

Invierte en una fuente de agua o pon varios pocillos de agua fresca en la casa. Dale a tu mascota agua filtrada, no agua hervida, peor de la llave porque nuestra agua tiene muchos microminerales y para potabilizarla generalmente usan sulfatos y otros materiales que sirven para sacar el agua mala.

Al no tener una correcta potabilización y filtración, contribuye a deteriorar la salud del animal en cuanto a sus funciones renales. Permite que tu gato acceda al arenero para que pueda orinar cómodamente, límpialo a diario y ponlo en un lugar seguro.

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