La crisis energética que afronta el Ecuador causa indignación a los ciudadanos, por las afectaciones que los apagones traen consigo. También por la falta de previsión de las autoridades a un problema que había sido diagnosticado hace años.

Es que el país debió llegar a ese extremo para que el presidente saliente Guillermo Lasso, en una tardía reacción, intente solucionar el inconveniente con gestiones urgentes.

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Dentro del escenario que vive el país actualmente, llama la atención el silencio del presidente electo, Daniel Noboa, respecto a esta problemática.

El próximo gobernante no ha emitido ni una sola palabra referente a la crisis de energía que sufre el país, cuando está a pocos días de asumir el mando.

Pero que Noboa, quien ganó las elecciones bajo la coalición Acción Democrática Nacional (ADN), siga manteniendo silencio frente a temas que preocupan a los ciudadanos no es una buena estrategia, según analistas consultados por EXPRESO.

Para el consultor político Alfredo Dávalos, el silencio de Noboa respecto al tema “comunica pero de forma negativa”.

“Estamos hablando de una crisis, entendamos que él ya es el presidente electo y hoy lo que la gente menos necesita es no tener certezas de qué es lo que va a pasar en su futuro, ni siquiera a largo plazo, en su futuro inmediato”, expuso.

Agregó que si bien el responsable actual es Guillermo Lasso, en pocas semanas Noboa asumirá el mando y estará encargado de todas las gestiones.

“Si en este proceso de transición entre un Gobierno y otro, no sale ya con un plan alternativo y no agarra el toro por los cuernos, empezará con el pie izquierdo”, dijo Dávalos.

A Pedro Donoso, analista, le preocupa la ausencia política y conceptual de Noboa. Indicó que se podría tratar de una estrategia de comunicación para que no se desgaste su figura.

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“Esa ausencia no solo provoca esta desazón, sino también provoca perder la oportunidad de convertir a la crisis en su gran aliado”, sostuvo Donoso.

Añadió que al no exigir al Gobierno saliente la gestión de acuerdos convenientes para el país, y desmarcarse de las autoridades salientes, le está restando capacidad de maniobra.

“La población, de acuerdo a las últimas encuestas, se siente absolutamente huérfana, vulnerable. Y el hecho de que estés presente reclamando, pidiendo, exigiendo, ya te da, de una u otra manera, una capacidad de posicionar tu reputación”, dijo.

Donoso sostuvo que Noboa, en su administración, deberá enfocarse en prevenir las crisis, y no solo dedicarse a resolverlas.

“Hay que regresar a ver lo que le ha pasado a Lasso. Él no toma las crisis desde el primer momento. Él espera que la crisis estalle a su máximo nivel para ahí atenderla”, puntualizó.

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El politólogo Francisco Montahuano también cree que el silencio de Daniel Noboa se debe a una estrategia para que los errores del Gobierno saliente no opaquen su imagen. No obstante, dijo que el presidente electo necesita demostrar liderazgo y gobernabilidad.

Por ello, su discurso en la posesión podrá dar más luces sobre su futura administración, porque “estos silencios generan incertidumbre en la población”.

Andrés Jaramillo, consultor político, explicó que los silencios del presidente electo no están vinculados a una estrategia.

“Yo más bien veo que está asumiendo la posición del avestruz, que implica meter la cabeza debajo de la tierra y esperar a que pase el peligro. ¿Cuál es el riesgo de eso? Que mientras tú esperas, un depredador puede llegar y puede acabar contigo”, refirió el catedrático.

Explicó que en campaña, Noboa ofreció asumir un liderazgo que enfrente los problemas, dé respuestas, que actúe y decida.

“Con el silencio nos está diciendo que no es eso que nos ofreció en campaña”, sostuvo.

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