
Pistorius apela una depresion para salir
Oscar Pistorius, declarado culpable por el asesinato de su novia en 2013, es un hombre “roto” y debe ser hospitalizado, así lo valoró un psicólogo ayer durante el primer día de la audiencia.
Oscar Pistorius, declarado culpable por el asesinato de su novia en 2013, es un hombre “roto” y debe ser hospitalizado, así lo valoró un psicólogo ayer durante el primer día de la audiencia que determinará la pena de cárcel del excampeón paralímpico sudafricano.
Vestido con un traje oscuro, el exatleta, de 29 años, llegó al tribunal de Pretoria (Sudáfrica) rodeado de numerosos periodistas y con semblante serio. Una vez dentro de la sala de audiencias, la defensa llamó al estrado al experto Jonathan Scholtz para que corroborara que el exatleta toma medicamentos antidepresivos y sufre de fobia social y paranoia, lo que le impide testificar.
“Mostró indicios y síntomas de trastornos postraumáticos, trastornos de ansiedad y de depresión”, declaró Scholtz en la Corte Superior de Pretoria, en presencia del velocista paralímpico, quien escondía la cabeza entre las manos. Está “roto” psicológicamente, afirmó. “Actualmente no es capaz de testificar. Su estado de salud es grave” y “requiere una hospitalización”, añadió, describiendo a un hombre “vulnerable”. El exatleta fue condenado en diciembre de 2015 por el asesinato a tiros de su novia Reeva Steenkamp en la víspera del día de San Valentín en 2013. El pasado 13 de enero Pistorius apeló la sentencia a la Corte Constitucional en un último intento por anular la condena de asesinato por matar a tiros a Steenkamp en el baño de la casa que compartían.
El deportista sudafricano se expone a una pena de 15 años de cárcel. A lo largo de esta semana, la defensa y Fiscalía deben presentar sus argumentos para que el Tribunal Superior de Pretoria pueda fijar la condena a la que se deberá enfrentar el apodado Blade Runner por sus prótesis de carbono en forma de cuchilla. Según el experto, si Pistorius vuelve a la cárcel podría tener “un efecto negativo en su persona, teniendo en cuenta su estado de salud y sus remordimientos”, concluyó Scholtz, primer testigo de la defensa.