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Paola Cabezas, Fernando Cabascango, Virgilio Saquicela
Comisión. Paola Cabezas, que quiere tumbar a Lasso, conversa con Virgilio Saquicela, que lo defiende. Fernando Cabascango se rasca la cabeza.Henry Lapo / Expreso

Pandora: se acaba el tiempo

Guadalupe Llori llamó a debatir el caso Pandora Papers con la evidente intención de no debatir nada. Todo quedó para el martes 7 de diciembre.

“¡No insistan!”. El asambleísta Dalton Bacigalupo, de la Izquierda Democrática, despacha con viento fresco a los lobistas que lo acosan en su escaño. Su conversación es un rumor ‘in crescendo’ que pasa en pocos minutos del murmullo al grito y hace perder el hilo de la lectura al secretario, que lleva despachados ya dos tercios de las 291 páginas del informe de mayoría sobre el caso Pandora Papers remitido por la Comisión de Garantías Constitucionales. Sin duda es el informe más desprestigiado de la actual legislatura, con su no disimulada intención de destituir al presidente de la República sin otro argumento que el deseo de sus firmantes; sin embargo, los correístas no cejan en su intento de salvarlo. Para ello se han dividido en grupitos que recorren, en busca de adhesiones, las bancadas de la ID y del segmento de Pachakutik que no les pertenece. Se necesita el carácter de un Bacigalupo para sacárselos de encima.

Édgar Quezada y Paola Cabezas, Comisión de Garantías Constitucionales, 23 nov. 21

El informe sobre los Pandora Papers va a votación de la Asamblea después de 27 días

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Tras los dos últimos bochornos que enlodaron su nombre (el pacto con el Gobierno para aprobar la reforma tributaria a cambio de algún beneficio inconfesable y la negativa a destituir a un asambleísta con suficientes pruebas de corrupción en su contra), el correísmo busca lavar su imagen aunque sea simbólicamente. Por eso su argumento de cabildeo para este día es el siguiente: vamos a aprobar el juicio político contra Guillermo Lasso aunque luego resulte absuelto. Ya que no pueden ganar, y lo saben, quieren al menos espectáculo. “Show mediático”, dirían ellos si se tratara de otros. Con esa propuesta se pasea Jhajaira Urresta, vestida con una camiseta negra en la que se reproduce un primerísimo primer plano de los ojos de Rafael Correa sobre la leyenda “Influjo psíquico”. Difícil imaginar peor vestuario para consensuar absolutamente nada.

Pisándole los talones, en lo que parece ser una maniobra personal para congraciarse con el Gobierno, el legislador de Pachakutik Ricardo Vanegas ha emprendido su propio ‘lobby’. En su solitario recorrido va provisto de un argumento harto más convincente que la camiseta de Urresta: una pequeña botella llena de alguna bebida espirituosa de alta gradación, a juzgar por las caras que componen (o más bien: descomponen) los asambleístas a los que Vanegas invita a beber a tragos cortos. Beba Quito, se dice en estas épocas por acá. Cuando la reacción de Bacigalupo captó la atención de toda la Asamblea y propició incluso un llamado de atención desde la Presidencia, el legislador de la ID tenía a Urresta de un lado y a Vanegas del otro. Se explica el exabrupto.

Por lo demás (y esto era predecible), la presidenta Guadalupe Llori, que ya tardó lo suyo en llamar a esta sesión (se tomó 27 de los 30 días que tenía para hacerlo), ha decidido conceder a los correístas aún más tiempo para desplegar su cabildeo. Convocó a debatir el informe del caso Pandora Papers con la evidente y no disimulada intención de no debatir un rábano. Programó esta sesión para las ocho de la mañana (la instaló casi a las nueve) y agendó otra para las cuatro de la tarde, sabiendo perfectamente que la lectura de casi 300 páginas del informe se tomaría cuatro horas. Conociendo su religioso e indeclinable respeto por la hora del almuerzo (“hacemos un receso para ejercer nuestro derecho a la comida”, suele decir cómicamente cuando el reloj marca las 13:00) era obvio que este día era perdido. El debate quedó programado para el martes 7 de diciembre.

Édgar Quezada y Paola Cabezas, Comisión de Garantías Constitucionales, 23 nov. 21

Pandora en el fondo del mar

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Tiene la palabra, una vez concluida la lectura del informe de mayoría, el presidente de la Comisión de Garantías Constitucionales, Fernando Cabascango, Pachakutik del ala correísta. Va a estar difícil: Cabascango se caracteriza por la extrema dificultad con que hilvana una idea detrás de otra. Las únicas palabras que es capaz de articular de corrido son “Comisión de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad”, así que no para de decir ese nombre completo siempre que se le presenta la oportunidad, que es a cada rato. Que sus asesores le darán un texto escrito: seguramente. Habrá que ver cómo lo lee. Promete diversión el debate del martes próximo.

Un informe para el golpe de Estado

“Se verifica la inobservancia por parte del residente de la República al Pacto Ético aprobado mediante Consulta Popular en el 2017 y a la Ley Orgánica de aplicación de la Consulta Popular, lo que configura el incumplimiento constitucional (...) por grave conmoción social”: la recomendación primera del informe, que es una conclusión en toda regla, es una verdadera bomba.