Fila. En la calle Lorenzo de Garaycoa y avenida 9 de Octubre, decenas de jóvenes entregan hojas de vida, en busca de un trabajo.

La odisea por un trabajo

448.990 personas están desempleadas en el país, de acuerdo con las estadísticas de marzo de 2016.

Las estadísticas son frías hasta que estas toman rostro. Decir que en Ecuador unos 140.000 jóvenes están sin empleo y que en América Latina son casi ocho millones, puede sonar a unos números más. Pero cuando a media mañana se ve en el centro de Guayaquil una fila de más de una cuadra de chicos entregando hojas de vida para conseguir un empleo, entonces se palpa directamente la problemática.

El sol se impone con sus rayos. El calor es tan intenso que en pocos segundos de estar fuera de la sombra se suda al punto de mojar la ropa. Pero los jóvenes resisten, con tal de conseguir un contrato.

En la fila está Lucía Herrera. Ella busca trabajo desde hace un año, cuando se graduó del colegio. Hasta la fecha no logra conseguir que la contraten. Relata a Diario EXPRESO que las escenas de entregar una hoja de vida se repiten.

Por ejemplo, “en cuanto se abren una o dos plazas de empleo asisten más de 700 en busca del puesto. Aquí no es diferente, donde hay plazas de trabajo para un centro comercial”.

En la Encuesta Nacional de Empleo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos, de marzo de 2016, el 38,3 % de personas en situación de desempleo han buscado un puesto hasta por un mes. Y por seis meses o más, el 13,4 %.

A cada cita asisten con la misma ilusión, pero pronto se encuentran con la misma limitante: los empresarios prefieren a personas con experiencia.

Relatan que en la lucha por conseguir un empleo en Guayaquil no solo están los residentes de la ciudad, sino que se han sumado los afectados por el terremoto en Manabí y Esmeraldas. “Incluso hay extranjeros”, comenta Jim Palacios.

Según los jóvenes consultados, la reforma laboral para empleo juvenil de Ecuador no ha logrado el efecto esperado.

Una situación que se da en toda la región. Por ello Guy Ryder, director general de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), dice que el empleo para la juventud es una prioridad absoluta. “Hay que ir del diagnóstico a la acción concreta que funcione”.

Los jóvenes consultados indican que buscan trabajo todos los días por redes sociales y en un día entregan hasta tres hojas de vida. A veces se encuentran con mensajes engañosos, pues algunos “ofrecen trabajo con sueldo básico, pero no es así”. Es para vender por catálogo y la ganancia depende de lo que se vende, lo que implica invertir en una caja de X productos. “Eso no sería malo”, si advierten desde el anuncio de qué se trata.

Los jóvenes dicen que si antes era difícil hallar un trabajo, ahora es una odisea.