María Luisa González: “La danza en Ecuador está viva”

Maria Luisa Gonzalez: “La danza en Ecuador esta viva”

En el Teatro Bolívar de Loja, la maestra de danza ecuatoriana presentó, el fin de semana, en el FIAVL el espectáculo La ciudad invisible.

Llega apresurada a la entrevista, con una gran sonrisa y las ganas de hacer un ensayo previo para su próxima función. EXPRESIONES le roba unos minutos y entablamos conversación en la improvisada sala experimental del teatro Bolívar, aún en remodelación.

La danza es un arte vivo, ¿pero qué tanto lo está en Ecuador?

Está viva. Se expande. Se proyecta. Lo que siempre pasa que hasta nuestros días no hay realmente una política pública para que sea parte importante del proceso de desarrollo de la cultura y la sociedad. Por lo general lo importante son los escritores, los músicos. La danza sigue en el imaginario de que es un adorno. Anita Bermeo, La Torera, es el personaje de su obra, La ciudad invisible.

¿Cómo llega usted a este personaje urbano, casi mitológico de Quito?

Este nació de un proyecto que se llamó ‘La Interestética y la quitología’, con Ulises Estrella, que es poeta. Yo era parte del equipo de investigación. Allí está La Torera, sobre una poesía también de Ulises, llamada Quiteña ilusión. Hicimos la primera versión hace 21 años con el mismo director de ahora, Jorge Mateus. Lo interesante es cómo tomó un personaje del imaginario y lo trasladó a mí. Ya en la obra comenzamos desde los últimos días de esta mujer, y hacemos una analogía de qué pasaría, de como ella ya no podía caminar yo ya no bailaría.

¿Cuál es su intención con este papel?

Más que representar a Anita Bermeo, le pido permiso de encarnarla desde mis propias vivencias. Yo también he tenido novios que se han ido, yo también he sido comprendida como ella, yo también tuve una infancia. Yo me cojo su locura para hacerla mía.

¿Cuál es su visión de los programas de televisión que hacen competencias de baile o danza?

No veo la televisión. Pero sé de ellos. Para mí distorsionan el concepto de danza. En todas las artes hay una línea que va por el show y el espectáculo y yo he visto que en otros países se maneja esto con mucho respeto, ejemplo El Cabaret cubano. Aquí se distorsiona mucho y para mí hace eso más daño que no tener danza. Porque parece un objetivo fácil y donde se modifica el concepto del cuerpo de la mujer hacia un espectáculo de exhibición.

En tres palabras ¿qué es la danza para usted?

Es la vida.

Y el momento que deje de bailar ¿qué pasaría?

Ya lo he dejado de hacer. Cuando dirigí la Compañía ya no era mi función principal. Mi cuerpo ya me presenta limitaciones, tengo un gran desgaste de huesos, pero siempre hay que buscar la forma. ¿Qué tal hacer un movimiento de brazos mientras esté sentada? No lo sé...

Personal

- María Luisa González nació en Quito el 30 de marzo de 1953. Ha dedicado 50 años de su vida al arte en Ecuador. La danza es su frente de batalla, desde donde ha ‘combatido’ la poca ayuda gubernamental o el escaso entendimiento de la importancia de esta disciplina para la sociedad. De 1999 a 2015 fue la directora de la Compañía Nacional de Danza y actualmente está al frente de un proyecto personal, el cual la llena de “libertad” y en el que denomina la memoria del cuerpo.

La ciudad invisible

No hay diálogos. El cuerpo habla por completo. La ciudad invisible busca otorgar una nueva dimensión histórica a un personaje querido de la ciudad de Quito que caminó por plazas y calles y que pasó de la cordura a la locura, Anita Bermeo, conocida como La Torera.

La obra en danza, teatro y videos -que muestran el poema que inspiró la obra Quiteña ilusión-, hace un recorrido de la vida de este emblemático personaje, dignificando su condición de marginalidad y locura. Toma elementos del imaginario social y la construcción de un mundo onírico, lúdico y trágico a la vez, incorporando la imagen-video y la poesía de Ulises Estrella presentando a un Quito en transición a la modernidad, en donde el cemento no da cabida a las relaciones afectivas de antaño.