Malestar. La fundación se queja que buses urbanos invaden su circuito, como ocurre en Mucho Lote. Aquello le representó pérdidas el año pasado.

Lineas de buses invaden la ruta e ingresos de la metrovia

La proliferación e invasión de líneas de buses urbanos se han convertido en un dolor de cabeza para la metrovía. Unidades de 21 cooperativas operan de manera irregular en el norte de Guayaquil; así como otras 10 en el sur.

El gerente general de la Fundación Metrovía, Leopoldo Falquez, dijo que hace dos años detectaron que dichos vehículos cumplen con nuevos recorridos o cercanos al circuito de los alimentadores. Además de afectar el itinerario, varios buses no exhiben la placa o están registrados en otra provincia.

El resultado: de 164’272.964 pasajeros que usaron la metrovía en el 2014, el año pasado cerró con 145’500.114.

Poco sirvió que en el 2015 la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) reubicara a 9 líneas, pues Falquez calculó que la pérdida de los 18’772.820 usuarios significó no recaudar cerca de 5 millones de dólares.

Las esperanzas de la fundación se centran en que la ATM haga cumplir la ordenanza que establece que ninguna línea de transporte urbano puede circular a menos 300 metros de las rutas destinadas a la metrovía.

Otra de las expectativas es el estudio para el reordenamiento de vías. Un censo determinará el número real de cooperativas y sus zonas de circulación.

Usuarios consultados por Diario EXPRESO culpan en cierta manera a la fundación por la baja de pasajeros. El ciudadano Pedro Morán cita como ejemplo el desperfecto constante de buses de la metrovía.

Falquez lo desmiente, aunque justifica que por rodar todo el día y contar con un sistema electrónico, las unidades están expuestas a desperfectos.

“Cuando se detecta alguna irregularidad, por normas de seguridad, el bus debe suspender el recorrido”, remarcó.

El funcionario resaltó que la metrovía cuenta con un 10 % de la flota de reserva, ante una eventual emergencia.

El parque automotor de la metrovía lo componen 400 unidades, distribuidas en 203 alimentadores, 192 articulados y 5 automotores climatizados de 15 metros de largo.

Alrededor de 400.000 usuarios moviliza la metrovía. Al momento la fundación ha descartado incrementar la flota, más aún con las pérdidas registradas en el 2015.

La inseguridad es otras de las falencias, según pasajeros. Germania Guerrero denunció la pérdida de su celular mientras viajaba en un articulado.

Falquez dijo que el 99 % de los 1.500 delitos denunciados el año pasado fueron atendidos. “La gente está en el derecho de denunciar algún delito para poder actuar”, añadió.

Desde la semana pasada, la Policía Nacional apoya en el centro de monitoreo de la fundación. En tiempo real, los uniformados observan lo que ocurre en las paradas y comunican al retén más cercano, en caso de una alerta.

Otra de las quejas de los usuarios es la falencia de los lectores de las tarjetas. El pasajero Luis Vera se quejó porque la máquina no logró recargar el dólar en su tarjeta.

Para Falquez, ciertos pasajeros carecen de una cultura para el cuidado de los equipos, ya que las golpean; también en las ranuras colocan goma de mascar u objetos metálicos.

“Tenemos los videos... a quienes son reincidentes los identificamos y presentamos la respectiva denuncia”, puntualizó el funcionario.