
“Las rejas no son la solucion”
Consulta. Este Diario buscó la versión sobre este tema de Cynthia Viteri, candidata a la Alcaldía. “Hoy (ayer) no contestará”, indicó su departamento de prensa.
Parques, callejones, ciudadelas, malecones y hasta instituciones educativas de la ciudad lucen llenas de rejas, cercos y mallas eléctricas como medida de ‘prevención’ ante la inseguridad.
En reiteradas ocasiones, el alcalde Jaime Nebot ha mencionado que, durante sus recorridos por Guayaquil, los propios ciudadanos le han pedido que cierre los parques que inaugura para evitar que estos sean tomados por la delincuencia.
“En grandes parques del mundo hay rejas, pero allá no hay leyes y gobiernos que auspicien la delincuencia”, dijo el pasado 18 de julio, un día antes de que el Concejo Cantonal le exigiera a la Asamblea que apruebe el proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana que envió el Cabildo a inicio de año.
En los barrios, los vecinos han tomado medidas similares. Las casas y calles internas han sido cercadas por decisión de la comunidad y el paso a estos sectores está restringido por portones y guardias. Una realidad que va en aumento, pues cada vez más se ve cómo ciudadelas se cierran ante el registro de delitos, tal y como lo ha informado EXPRESO en los últimos meses.
Sin embargo, consultados por este Diario, urbanistas, sociólogos y expertos en seguridad creen que blindar los espacios públicos o privados de la ciudad con rejas o cercos eléctricos no es la solución definitiva a una problemática que debe ser abordada desde otra perspectiva.
“Las rejas y los alambres de púas en esas zonas podrían ser una solución inmediata, pero no definitiva. Hay un problema de inseguridad, precisamente porque no se tratan los temas de raíz. Solo ponemos parches”, reprocha el urbanista Luis Alfonso Saltos.
Para el experto, la solución es que se creen lazos de unión entre la ciudadanía, barrios y escuelas con el objetivo de protegerse mutuamente. Además, considera necesario que “en determinadas zonas se levante una Unidad de Policía Comunitaria (UPC)”.
Esa opinión es compartida por su colega Franklin Villamar, quien piensa que “ya es momento de dejar de lado ese tipo de prácticas”, porque dañan la forma en la que se conciben los espacios públicos de una ciudad. Ese problema urbanístico, a decir de Villamar, también está relacionado con los comportamientos sociales.
Remigio Camacho, experto en seguridad en ciudadelas, explica que las personas se ven en la “obligación” de tomar esta clase de medidas “porque se dan cuenta de que no tienen otra opción para protegerse”.
Como solución a este problema, Héctor Chiriboga, sociólogo y docente universitario, sugiere, al igual que Saltos, que se realice un trabajo conjunto entre la municipalidad y el ciudadano. “El Cabildo no puede imponer su decisión en ciertas zonas y definir cuáles son las formas de protegernos. Debe existir una mayor participación ciudadana”.
Jimmy Jairala, candidato a la Alcaldía de Guayaquil, considera que estas medidas solo representan el miedo en el que está inmersa la ciudadanía.
“Cuando usted ve los parques y plazas con rejas o las ciudadelas amuralladas incrementa la sensación de inseguridad. Vivimos con miedo... Los guayaquileños tenemos que recuperar los espacios públicos”, menciona el también prefecto del Guayas.
Jairala también menciona que las autoridades deben asumir su responsabilidad en este tema y no deslindarse por no tener competencias. “ Las rejas no van a impedir que se den más robos. Tienen que implementarse sistemas que han funcionado en otros países como el “serenazgo” que ayuda a la Policía a ejercer su papel adecuadamente”.
Propuestas
Participación ciudadana
Llenar los espacios públicos de eventos en los que participen los moradores.
Mayor control policial
Desplegar mayor cantidad de efectivos policiales y construir más UPC.
Eventos culturales
Fomentar eventos en ciertas zonas ‘sólidas’ que dan lugar a la delincuencia.
Promover la comunidad
Crear estrategias municipales que ayuden a los ciudadanos a pensar en comunidad y no individualmente.