El expresidente Correa regresa al Ecuador para recuperar su base perdida, la misma que en un inicio de su mandato consistía en su mayoría en jóvenes que estábamos hartos de la política. Hoy esa base se ve reducida a sus seguidores más duros en su mayoría adultos y adultos mayores. Pero ¿Por qué los jóvenes ya no vemos al “Mashi” como una opción? Esto se debe en gran parte por la censura ejercida en las redes sociales por parte del anterior gobierno, desde insultos a usuarios, bloqueos a páginas oficiales hasta tuiterios presos. Se configuró una atmósfera de miedo a la hora de publicar con libertad las opiniones divergentes.

Y para tumbar aún más esta conexión WiFi entre “rafico” y los millenials las filtraciones que hicieron públicas las investigaciones y hackeos a organizaciones sociales, periodistas y ciudadanos sin causas penales abiertas con sistemas como Galileo o Pegasus solo acentuaron el ambiente de miedo en las redes sociales y el comentario “cuidado te meten juicio si le críticas a Rafael en el Twitter”, se hicieron pan de cada día. Para finalizar, la última ley enviada a la Asamblea y que aún no ha entrado a debate por el expresidente fue la ley que regula el internet, siendo una copia a la legislación alemana que nada tiene que ver con la realidad ecuatoriana.

Los jóvenes perdimos la conexión con Correa porque en los 10 años de mandato él se dedicó a apagar el WiFi de sintonía entre él y nosotros.

Alejandro Camacho