“Los hospitales no son sinonimo de salud sino de enfermedad y gasto”

d avid Sackett, médico pionero de la medicina basada en la evidencia y la epidemiología clínica, dijo: “La gran disyuntiva de los sistemas de salud en el siglo XXI será seguir construyendo y equipando grandes hospitales en el fondo del abismo para los últimos diez minutos de vida o construir una cerca al borde del abismo con centros de atención primaria para prevenir, educar y cuidar la salud de la gente”.

Ramón Carrillo, pionero de la salud pública argentina, anotó: “Inauguraremos la salud, el día que dejemos de inaugurar hospitales”. Si el Ecuador tiene una de las dotaciones de camas por habitante más bajas de Latinoamérica es porque las estancias hospitalarias y las rotaciones de cama son mucho más largas. Contrariamente, en los países avanzados se acortaron las estancias hospitalarias y las internaciones, potenciando las consultas de “acto único”, la cirugía ambulatoria, la hospitalización domiciliaria y la gestión por procesos de las enfermedades más frecuentes ya que a mayor prevención menor hospitalización.

Con esos antecedentes y la expectativa de los megahospitales ecuatorianos hago mías las palabras de Carlos Grau, economista de la salud: “Los hospitales no son sinónimo de salud, prevención y ahorro sino de enfermedad, curación y gasto, antes de ellos hay una enorme brecha en la que los que los sistemas de salud deben construirse alrededor de la atención primaria”.