Latacunga: Comunidades exigen reactivación de las UPC cerradas

Los moradores del barrio La Laguna, uno de los sectores comerciales más activos de Latacunga, viven bajo un creciente clima de inseguridad. Robos, asaltos y violencia preocupan a comerciantes y residentes, quienes aseguran sentirse desprotegidos ante la limitada presencia policial.

Salomón Tarco, presidente del barrio, explicó que la inseguridad fue uno de los temas principales tratados en una reciente asamblea general con el directorio barrial. “Estamos atravesando momentos muy difíciles. Necesitamos medidas urgentes”, indicó.

Una de las principales exigencias de la comunidad es la reapertura de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector San Carlos, que lleva meses cerrada. “Vamos a enviar oficios solicitando su reactivación. El barrio requiere presencia policial permanente, especialmente en las noches”, recalcó Tarco.

Actualmente, los moradores cuentan con un sistema de alarmas comunitarias y sirenas; sin embargo, no todas están operativas. Ante esta limitación, se ha solicitado apoyo técnico a la Universidad Técnica de Cotopaxi. Además, se ha designado a Diego Mullo como encargado de seguridad barrial, quien coordina acciones con vecinos organizados.

El problema no se limita a La Laguna. En la parroquia rural Belisario Quevedo, también perteneciente al cantón Latacunga, la preocupación es similar. Luis Taipe, presidente de la Junta Parroquial, manifestó que la inseguridad ha obligado a las autoridades locales y a líderes comunitarios a gestionar soluciones urgentes. “Convocamos al gobernador de Cotopaxi para tratar este tema. La gente está angustiada y ya no quiere vivir con miedo”, expresó.

Entre las acciones planteadas, Taipe mencionó dos pedidos principales: primero, que la UPC de Belisario Quevedo vuelva a funcionar de forma permanente, con policías que se mantengan las 24 horas del día; segundo, que se asigne de manera fija un patrullero, como en años anteriores. “Hace años había un vehículo que permanecía aquí, lo retiraron y desde entonces la policía solo llega ocasionalmente”, lamentó.

Según Taipe, la UPC no presenta daños estructurales severos y solo requiere mantenimiento básico, como pintura y reparación de cerraduras. Para ello, la comunidad ha ofrecido su apoyo mediante una minga, a la que se sumarán los presidentes barriales y habitantes.

Los delitos más frecuentes en esta parroquia son los robos a domicilios y comercios, conocidos localmente como “abigeatos”. Además, se han reportado hechos delictivos durante el día, lo que evidencia un cambio preocupante en los patrones delictivos. “Ya no se trata solo de robos nocturnos. Ahora también actúan en el día, y eso nos obliga a estar vigilantes todo el tiempo”, agregó Taipe. Con la ayuda de una organización de segundo grado, que ha reforzado los controles mediante la justicia indígena, en coordinación con la justicia ordinaria.

¿Qué acciones ejecuta la Policía Nacional?

Frente a estas demandas ciudadanas, el teniente coronel Santiago Razo, jefe del Distrito de Policía de Latacunga, reconoció la situación y anunció medidas inmediatas. “Voy a habilitar todas las UPC que estén deshabilitados. El policía debe estar cerca de su comunidad”, afirmó.

Entre los sectores donde se reactivarán las UPC se incluyen La Calera, Nueva Vida, Eloy Alfaro, Patután y Las Betlemitas. Además, se implementará un plan piloto que dotará de teléfonos celulares a los patrulleros para una respuesta más rápida. “Los ciudadanos podrán llamar directamente al móvil del patrullero, incluso enviar la ubicación por WhatsApp para una atención más eficaz”, explicó. Esta iniciativa comenzará en el circuito Las Betlemitas y, de tener resultados positivos, se extenderá a otros sectores de Latacunga.

Actualmente, el Distrito de Policía de Latacunga cuenta con 168 efectivos. Sin embargo, muchos han sido reasignados a otras provincias con mayor índice delictivo, como Guayas y Esmeraldas, o cumplen funciones en el sistema penitenciario, lo que ha reducido la capacidad operativa local.

Los sectores con mayor conflictividad identificados por la Policía son la avenida Simón Rodríguez, los alrededores de la universidad, licorerías del centro y locales de comida nocturna. “El fin de semana pasado retiramos a unas 600 personas de espacios públicos, la mayoría por consumo de alcohol en la vía pública. Esto nos quita tiempo para atender emergencias reales”, advirtió Santiago Razo.

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