La investigación sobre la autoría de los atentados terroristas en Quito arroja dos nuevos nombres: Josselyn Elizabeth Reyes Cevallos y Eduardo Paúl Gómez Jusqui, de 26 y 36 años de edad.

Ambos fueron imputados por la Fiscalía como autores mediatos de la detonación de dos coches bomba, afuera de entidades estatales, el pasado 31 de agosto.

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La vinculación de los sospechosos a la causa, en donde hay otras seis personas detenidas, se dio tras varias pericias, especialmente los estudios forenses de las llamadas telefónicas. “Con el registro de llamadas de los ahora procesados se llega a determinar que existió comunicaciones con los números telefónicos realizados por los ciudadanos a vincular en los que se coordinaría e impartían disposiciones concretas para efectuar el atentado terrorista”, dijo el fiscal del caso.

La mujer habría coordinado y ordenado la detonación de los coches bomba desde la cárcel de mujeres en el Centro Regional de Cotopaxi, en donde está recluida. Sobre el hombre, en cambio, las llamadas salieron de su domicilio en Chilibulo, en el sur de la capital.

Con la vinculación, la investigación se amplía 30 días más. La Fiscalía ya cuenta en el expediente con las denuncias de los funcionarios del Estado, entre estas la del Director Jurídico del Ministerio de la Mujer, en donde se hizo la primera detonación. Existe la versión del dueño del vehículo robado y que fue usado para colocar la carga explosiva; los informes técnicos de audio y video en donde se analizaron grabaciones de las cámaras de seguridad donde constan los procesados, así como existe una secuencia de imágenes cronológicas del día de los hechos.

Además hay un reporte del teléfono del procesado Marco Antonio Torres González, integrante de la banda delictiva Los lobos, en donde se detalla las llamadas entrantes y salientes al teléfono de Josselyn Elizabeth Reyes Cevallos. 

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