La inquietante y bella ciudad de San Francisco de Milagro
“Llevar piñas a Milagro”, aforismo que indica lo inconveniente de llevar una cosa donde existen mejores. Las piñas de Milagro no tienen parangón en la dulzura de su jugo, su gran tamaño, delicioso y hechizante aroma. Tecnificando el campo y mayor volumen de siembra sería un buen filón de industrialización y exportación.
El equilibrio existente se debe a que Milagro es una ciudad que no es pequeña ni grande y de tener agroindustrias, activo comercio, pocas instituciones gubernamentales y una población que la configura entre las seis primeras ciudades del Ecuador.
El emporio agroindustrial produce 4 millones de quintales de azúcar y su filial 24 millones de litros de alcohol etílico, satisfaciendo en un 70 % la demanda nacional.
Milagro, para su desarrollo tiene las instituciones que le son necesarias. La Unemi, sitio de convergencia académica, intelectual, social, política de la juventud. El 2013 subió de categoría con calificación del Ceaaces.
Al hospital del IESS con 120 camas acuden a atenderse desde diferentes cantones. El hospital León Becerra del MSP, atiende a 350 pacientes diarios en consulta externa.
Milagro, cual remanso del río de su mismo nombre que aparece de pronto con un reverente e impetuoso torrente que deja indeleble su recuerdo, así es la inquietante ciudad de San Francisco de Milagro.
César A. Jijón Sánchez