Es un hecho que la variante delta está convirtiendo a la pandemia de COVID-19 en un asunto de los no vacunados. Pero en este aún amplio grupo están incluidos los niños, cuya inmunización todavía no está recomendada científicamente, por lo que los médicos llaman a no descuidarlos.

Si bien, a nivel general, los infantes han mostrado una mayor resistencia al SARS-CoV-2 y registran una baja tasa de morbilidad grave y mortalidad, la variante delta, que es mucho más contagiosa, parece estar cambiando esta situación.

Según la agencia EFE, en la primera semana de agosto, en Estados Unidos los contagios entre niños y adolescentes se estaban disparando en varios estados con casi 94.000 nuevos casos detectados, según datos de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).

Entre ellos había infantes de cuatro, cinco o seis años, ingresados en hospitales, según el reporte que citaba la preocupación del presidente de ese país, Joe Biden, y de padres de familia ante la proximidad del retorno a clases en septiembre.

En Ecuador, si bien las cifras de menores infectados, hospitalizados y fallecidos han sido bajas en comparación con las de adultos y de los adultos mayores, hay un dato que causa preocupación: entre los primeros contagiados con la variante delta en el país hay tres niños.

“La presencia de la variante delta y delta plus, que son más contagiosas, plantea una mayor circulación del virus en personas no vacunadas. Esa es una realidad”, enfatiza el médico epidemiólogo Huyo Aguilar.

A su criterio, con el próximo inicio de clases en la Sierra, el incremento de las actividades escolares va a elevar la velocidad de transmisión entre los niños y adolescentes. Aduce el uso de transporte colectivo (sea público o institucional) y la dificultad de conseguir que estos grupos cumplan de forma rigurosa las normas de prevención como el uso de mascarillas y el distanciamiento social.

El catedrático universitario agrega que muchos establecimientos no tienen suficiente espacio para el distanciamiento social y enfrentan problemas de abastecimiento de agua.

La pediatra infectóloga Mildred Zambrano reitera que los niños han tenido baja morbilidad y mortalidad. Y aclara que los tres casos con la variante delta no se gravaron ni necesitaron de hospitalización. Más aún, como médica del Hospital de Niños Roberto Gilbert, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, acota que desde el 17 de julio no han tenido más ingresos de casos positivos del virus.

No obstante, también llama a mantener precaución con los menores: “Hay que estar vigilantes, mantenerse alertas con la variante delta y con las demás que podrían existir”, dice.

Aguilar estima incluso que este grupo deberá ser incluido en la vacunación. “Aún se necesitan estudios, hay laboratorios que están trabajando en eso, pero la proyección es que esta población deba ser vacunada, porque frente a una cepa delta y delta plus mucho más transmisible en 50 % o 60 %, esta población va a ser afectada”.

El Ministerio de Salud ha anunciado que desde septiembre será vacunada la población de 12 a 15 años. Y que según haya evidencia científica de vacunación en menores de 12 años, decidirá si los incluye.

Zambrano coincide en que por ahora la recomendación es solo para 12 años en adelante. Pero reconoce que países como China ya vacunan a menores de esa edad, por lo que cree muy probable que esto ocurra en los próximos meses. “Hasta tanto, hay que seguir cuidando a los menores y seguir promoviendo la vacunación”, expresa.

ALGUNAS CIFRAS DE LA INCIDENCIA DE COVID-19 EN NIÑOS

• Entre marzo y diciembre de 2020, el hospital de Niños Roberto Gilbert, de Guayaquil, atendió 195 casos de COVID-19. Hubo 10 fallecidos.
• En tanto, entre enero y julio de 2021, registra 69 casos y 5 fallecidos.
• Este Diario solicitó la semana pasada al Ministerio de Salud cifras de COVID-19 en niños, pero no hubo respuesta.