La Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), así como los relatores de libertad de expresión de Naciones Unidas, la OSCE y la Comisión Africana de Derechos Humanos, hemos dicho de manera conjunta que Internet tiene características especiales, que permiten a cada persona manifestarse en el espacio público, y por tanto no deben establecerse restricciones especiales a los contenidos que se difunden a través de Internet.

A su vez la Relatoría para Libertad de Expresión tiene un informe temático aprobado por la CIDH, que establece la importancia de respetar el anonimato en Internet como medio que favorece la participación de todas las personas en ese espacio y, salvo casos de pornografía infantil o incitación a la violencia, los excesos deberían resolverse por medios alternativos. De hecho, los gobiernos disponen de poderosas maquinarias para responder y promover sus agendas por Internet.

Nos preocupan las declaraciones estigmatizantes de cualquier gobierno hacia ciudadanos que hacen uso de las redes sociales, sobre todo frente a la posibilidad de individualizar a personas e intimidarlas por el ejercicio de la libertad de expresión. Obviamente que promovemos el uso responsable de Internet, pero en una democracia uno no puede controlar lo que cada individuo quiere expresar a través de un medio tan abierto y masivo como Internet, donde lo absurdo y lo satírico forman parte del ingenio popular o donde algunas personas expresan afirmaciones con demasiada ligereza.