Eran las 13: 30 del 12 de marzo. Pedro Isaías Montiel Carvajal, agricultor de 34 años, salía de la misa de réquiem de su hermano Jacinto, quien hace tres meses fue acribillado en la vía a Samborondón. La ceremonia litúrgica se desarrolló en la iglesia San Vicente Ferrer.

Pedro se iba a embarcar a su automóvil color plomo, el cual estaba parqueado en los exteriores de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de la Parroquia Los Lojas, cantón Daule, provincia del Guayas.

De repente, dos sujetos vestidos con chompas similares a las de la Policía Judicial y del Servicio Preventivo lo interceptaron, le hicieron levantar sus manos y le descargaron seis tiros en la cabeza y tórax, dejándolo sin vida. Ocurrió a cinco metros de la UPC.

Los falsos agentes huyeron de la escena del crimen en un vehículo blanco, que los esperaba a media cuadra del punto.

Agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de Salitre, al mando del capitán Vladimir Fuentes, revisaron las cámaras de seguridad para dar con la identidad de asesinos.

Las autoridades presumen que al agricultor le siguieron los pasos desde que salió de su domicilio.

“No sabemos dónde estaban los verdaderos uniformados a la hora de la balacera, porque el destacamento estaba cerrado”, comentó un pariente del occiso.

“¿Cómo estos sujetos se enteraron de la hora de la misa? Esperamos que este nuevo crimen no quede en la impunidad”, dijo un familiar.

El teniente Patricio Caza, jefe encargado del distrito policial de Daule, confirmó que Pedro no registraba antecedentes penales.

Asimismo, manifestó que sus compañeros policías de la parroquia Los Lojas cubren 43 recintos y a la hora del asesinato estaban en otro lugar, patrullando. No especificó el número de gendarmes. “Por eso no había nadie en la UPC”, detalló el oficial. 

Los disparos también alcanzaron a Byron Correa (primo de Pedro) y Steven Barzola, quienes terminaron heridos. Hasta el cierre de edición, se recuperaban en diversas casas de salud dauleñas.