El Partido Social Cristiano (PSC) no es ni la sombra de lo que alguna vez lideró León Febres-Cordero y lo que tuteló Jaime Nebot en sus últimos años como autoridad seccional. En las elecciones recientes, alcanzaron solo seis escaños de los doce que ganaron en los comicios de 2019, cuando apenas tres hacían algo de oposición de un total de 15 concejales.

Aunque no son el grupo más pequeño, luego de 30 años de gestión consecutiva como la fuerza ganadora, esta vez habrá que esperar su comportamiento en las sesiones cantonales, especialmente por lo reflejado en el colegiado saliente, pues nunca se atrevieron a cuestionar a la máxima autoridad municipal, Cynthia Viteri, cuando salía a la luz alguna irregularidad, investigación por casos de corrupción o mala gestión en algún tema determinado.

En caso de que alguien de la oposición planteaba agregar en el orden del día un tema de los antes mencionados, no se permitía a través de votación que sea incluido o tratado en las sesiones convocadas.

Sobre estos mismos temas, en varias ocasiones Diario EXPRESO solicitó opiniones y reacciones de los concejales de la lista 6 y se caracterizaron por guardar silencio frente a los serios cuestionamientos en la gestión de administración municipal.

“Hay una fragmentación política de la estructura partidista de Guayaquil, lo que cambia el mapa político de la ciudad, esperemos que las autoridades, más allá de la parte ideológica partidista que complicaría una gobernabilidad local, deberían lograr funcionar con institucionalidad en pro de fiscalizar y cumplir propuestas para llegar a ser una mejor ciudad”, expuso la consultora Política Diana Buenaño.

Sin embargo, advierte que la expresión popular en las urnas debe servir como reflexión a las organizaciones políticas para unirse en un mismo sentir a favor de la ciudadanía.

“El contexto social de la ciudad, las discrepancias ideológicas, y la ruptura de alianzas de parte de la derecha, dejó una ventana abierta para un nuevo perfil”, puntualizó la estratega y expuso que eso se vio reflejado en un electorado desconectado de su “historia político-partidista”, lo que desencadenó en buscar una primera salida o solución, reflexionó.

De acuerdo a las cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), hasta el cierre de esta edición se han escrutado el 95,93% de las actas del distrito 1; en tanto que el distrito 2 se procesó el 94,79% y lo concerniente al distrito 3 se contabilizó el 91,89% de los documentos que registraban la cantidad de votos receptados. Y en referencia a las concejalías rurales se revisó el 37,91% de las actas.

Para la elección de los nuevos integrantes del colegiado se aplicó el método de Wester, en el que se suma el total de los votos alcanzados en cada lista y divide en números impares hasta llegar al número de escaños a designar. Ese resultado se ordena de mayor a menor y se asigna los escaños de acuerdo a los puntajes más altos.

Esta fórmula se aplicó en las elecciones generales de 2021 para la designación de curules en la Asamblea Nacional como parte de una de las reformas al Código de la Democracia,    desde el 2021.

Mientras que para el analista político Daniel González, la elección se trata de un desgaste por 30 años de estar en el poder y la falta de formación de verdaderos líderes en la tienda política.

“Son algunos elementos, el primero es el desgaste; el segundo creo que es la diferencia en tener un perfil como el que tuvo Febres-Cordero o Jaime Nebot frente a Viteri y a eso hay que agregarle el tipo de respuesta que daba frente algún descubrimiento en temas de corrupción. Estos son mensajes que calan en el electorado y que terminan cobrando una factura muy cara”.