
La flauta conquisto al publico guayaquileno
El maestro James Strauss, de origen brasileño y uno de los flautistas más destacados de América Latina, fue uno de los protagonistas.
Un encantamiento a los sentidos. Eso fue lo que experimentó ayer el público que visitó el Museo de la Música Popular ‘Julio Jaramillo’, en Guayaquil.
Grandes y chicos, solos o en familia. Todos ingresaron puntualmente al auditorio Nicasio Safadi para ser partícipes de la tertulia musical que la sala, como cada domingo, ofrece.
Eran las 11:00 y los artistas ya estaban en el escenario. El maestro James Strauss, de origen brasileño y uno de los flautistas más destacados de América Latina, fue uno de los protagonistas. Él, graduado del Conservatorio de París como alumno de los célebres Pierre Ives Artuad y Maurice Pruvot, fue presentado, como es costumbre, por Jenny Estrada, directora del museo y quien hizo una breve reseña de su vida.
Sus estudios, sus composiciones, su paso por afamadas orquestas de Japón, Israel, Estados Unidos, Europa... Todo, absolutamente todo lo dijo. El auditorio, integrado por alrededor de cien personas, escuchaba atentamente asombrado. Los primeros aplausos llegaron cuando él sutilmente tocó la flauta, su mágica flauta.
Un repertorio del compositor y violinista Antonio Vivaldi (sacerdote católico veneciano del barroco) dio la bienvenida. La Orquesta Sinfónica Juvenil de Guayaquil lo acompañó en la melodía con violines, violonchelos, contrabajos...
En conjunto entonaron obras del reconocido violinista y pianista de origen austriaco Fritz Kreisler; el ruso Dmitri Shostakóvich, considerado por muchos como uno de los compositores más importantes del siglo XX; y el soviético de origen armenio Aram Khachaturian.
Composiciones brasileñas (clásicas, románticas y un tanto nostálgicas) también se incluyeron en el repertorio. Las ecuatorianas ‘Leyenda incásica’ y ‘Vasija de barro’ cerraron la serie.
Tras casi dos horas de espectáculo, Sandra Torres, quien formó parte del público, dijo estar maravillada. “Pensé que venía a una tertulia, pero este es más un espacio para el alma que reconforta el corazón”, comentó.
Ella, de 57 años, llegó acompañada de su nieta. Ambas disfrutaron de los artistas, el espacio, la locación. “Es la primera vez que vengo al museo. El espacio me transportó a mis ancestros, me hizo recordar el tiempo en el que escuchaba este tipo de música en una pequeñísima radio con papá en la sala de mi hogar”.
Strauss, quien participó como solista en la Orquesta Sinfónica de Loja y hoy es parte de la de Guayaquil, rindió también un homenaje a Julio Jaramillo, interpretando ‘Sombras’, ‘Despedida’, ‘Alma en los labios’.
El público presente simplemente lo vitoreó. DSZ