La fiscal General Diana Salazar presentó ante el juez Felipe Córdova, de la Corte Nacional de Justicia, el contenido de los celulares que usó el narcotraficante Leandro Norero durante los cuatro meses que estuvo preso en la cárcel de Cotopaxi.

Se tratan de más de 14.000 chats enviados y recibidos con la aplicación Threema. Los motivos de las conversaciones son varias: coordinaciones con sus abogados para cometer tráfico de drogas, de armas y hasta planificar y ordenar atentados contra la vida de sus enemigos.

Un "objetivo" especial para el narcotraficante fue la fiscal que conoció su caso. Sobre ella, Norero pidió a sus esbirros que sigan a la fiscal, consigan el número de su cédula, los números telefónicos, información sobre la familia de la agente, fotos de los padres y hermanas y hasta de sus cuñados. El 7 de junio, por ejemplo, en un chat entre Norero y Helive Angulo, uno de sus abogados, incluso se habla de ponerle una bomba, en otro diálogo Norero envió las coordenadas donde dormía la Fiscal así como fotos.

En otra comunicación hablan Norero y Daniel Salcedo. Este último pregunta si "mover los temas de Norero" le podrían traer problemas y le recuerda que Harrison Salcedo fue su abogado. A lo que Norero le cuenta que todos sus enemigos están muertos y dice que mandó a matar Harrison Salcedo, exdefensor de Salcedo y también de Jorge Glas, porque él le pedía dinero para no exponerlo públicamente.

La fiscal Salazar contó que Heliver Angulo y Norero también ordenaron el asesinato del periodista manabita Gerardo Delgado, pero fue una equivocación porque el ataque era para otro periodista; y además buscaron atentar contra la vida de Fernando Villavicencio, quien era incómodo por sus denuncias.

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