Desde la noche del lunes, el excontralor Pablo Celi afronta una nueva orden de prisión. La dictó el conjuez Luis Rojas, quien presidió la audiencia de formulación de cargos contra Celi y otros sospechosos del presunto delito de cohecho.

Al juez le tomó cerca de tres horas analizar el pedido que hizo el fiscal general subrogante, Wilson Toainga, quien hizo la formulación de cargos para Celi, su hermano Esteban, el empresario Pedro Saona y la empresa china CAMC.

Celi ha sido señalado por el supuesto desvanecimiento de una glosa de 22 millones de dólares a la firma china. A cambio habría recibido una coima a través de terceros.

La nueva orden de prisión llega justo cuando está por cumplir 65 años y un año detenido sin sentencia. Eso lo colocaba ante la posibilidad de dejar la cárcel 4 de Quito por un arresto domiciliario. Sin embargo, una segunda orden de prisión complicaría su situación. Pero su abogado Marcelo Ron señaló que el arresto es garantía constitucional para personas mayores de 65 años “por lo tanto no habría impedimento para que esto ocurra simplemente es cuestión de esperar el tiempo necesario”.

El conjuez dispuso para los procesados la prohibición de enajenar bienes inmuebles. Durante la audiencia, el fiscal Toainga presentó alrededor de 18 elementos convicción que apuntan a presumir la participación de los procesados en el delito. Entre otras cosas, aseguró que a cambio del desvanecimiento de la glosa habría recibido un pago de 1,3 millones de dólares de CAMC a través de la empresa de Pedro Saona.

Para Celi y su hermano, además de este caso, existe pendiente un juicio por posible delincuencia organizada en el denominado caso Las Torres que aún no tiene fecha de audiencia. Celi y otras diez personas fueron señaladas como parte de una estructura para desvanecer glosas a contratistas de Petroecuador a cambio del pago de coimas.