Internet y su inmediatez en la difusión de contenidos hace que todas las personas puedan ser susceptibles a hacerse “famosos” de la noche a la mañana, una popularidad o viralización que no siempre es deseada. Uno de los últimos casos es el ocurrido la semana pasada, cuando una joven fue grabada practicándole sexo oral a un striper, durante un show en un Night Club de la ciudad de Milagro.

Fue solo cuestión de minutos para que la referida grabación se difunda masivamente en las redes sociales. Asimismo, los comentarios y memes no se hicieron esperar: no paraban de aparecer.

La joven expresó su malestar por haberse vulnerado su intimidad con la difusión del vídeo, lo cual generó una oleada de cuestionamientos, comentario y burlas. Estábamos en un modelo de bullyng cibernético cada vez más común.

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En referencia al caso, Daymari Campo, magister en Psicología Clínica, asegura que estos hechos pueden ser devastadores y tener consecuencias muy grandes a nivel psicológico en las personas que son sujetas a una viralización negativa.

“Les puede perjudicar en todos los aspectos de su vida, tanto a nivel personal, en su imagen pública, en sus relaciones sociales o de pareja y hasta a nivel económico, debido a que muchas veces dejan de ir a trabajar por la vergüenza”, asegura la experta.

¿Cómo se deben manejar este tipo de situaciones?

Para la psicóloga Campo, las personas debe pasar por un proceso de duelo para enfrentar la situación y evitar entrar a un estado depresivo.

“Al inicio, lo más normal es que tengan vergüenza y nieguen lo sucedido, pero es ahí donde deben adoptar pensamientos positivos que ayuden a evitar la depresión. Estos pensamientos tienen que enfocarse en que no es el fin del mundo, ciertas situaciones tienen una acción bastante mediática pero con el tiempo vuelve todo a la normalidad”, declara la profesional.

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La psicóloga sostiene que no es un proceso sencillo, ya que requiere un seguimiento terapéutico con un especialista. “Se necesita una terapia de acompañamiento, de empatía, de ayudar a la persona, porque es un momento muy difícil para ella y necesita todo el apoyo, tanto de un terapeuta como de su familia”, afirma.

Además, Campo manifiesta que en ciertos casos no es recomendable dar declaraciones públicas sobre el hecho. El motivo: podrían ser contraproducentes y, lejos de ayudar a la persona, podrían empeorar la situación.

“Lo más prudente es que la persona pase por este proceso difícil de duelo, evitar dar seguimiento a la exposición mediática del hecho y asimilar que error se cometió o que se pudo haber hecho diferente, sin lastimarse por ello” concluye la especialista al aconsejar a las vícticas de ciberacoso o bullying cibernético.