La empresa ronaldinho
La fundada sospecha de que en el más popular de los deportes siempre ha existido una generalizada inmoralidad administrativa, tiene la misma edad de haber nacido el fútbol.
Desafortunadamente, pocos clubes guayaquileños, que desde sus inicios lucharon a brazo partido por sacar adelante el bendito deporte, prosperaron por la ausencia de un personal especializado que sepa buscar el equilibrio entre lo que significa ingresos y egresos.
Barcelona, por ejemplo, siempre se llenó de socios que nunca pudieron sanear la institución, pues así como algunos evadieron el pago de sus cuotas mensuales, otros en cambio hasta “olvidaron” la responsabilidad adquirida de tener al día a su plantilla de jugadores. Para poder sanear la institución torera, así como para calmar la represión de algunos delitos mayores, incluyendo el no pago a charlatanes de potreros disfrazados de técnicos y jugadores, que llegaron avalados por ciertos amigos de los socios, la nueva administración canaria tuvo que armarse de valor para hacer frente a tan dolorosa tragedia económica, que ahora mismo suma nada menos que 14 millones de dólares.
Reconocemos objetivamente el esfuerzo realizado por la directiva del club canario. Ha sido una prueba de poder porque, en caso contrario, estuvo a punto de hacerse efectiva una amenaza de la FIFA si no cumplía un compromiso adquirido.
No somos amigos de consentir a nadie, pero si es verdad como aseguran que al club amarillo llegó gente bien intencionada, bienvenidos sean, pues así el balompié se libra de tantos ‘buenos amigos’. Esperemos que quienes siempre pisaron las nubes, ahora caminen sobre la tierra.
La empresa ‘Ronaldinho’ es una bandera gigante que empezó a flamear por todo lo alto del firmamento futbolístico ecuatoriano. Y las pruebas están a la vista, de que el negocio del balompié no es un club de amigos. Es una empresa que necesita de balances económicos claros.