Premium

OPERATIVO POLICIAL Y MILITAR
El Gobierno de Daniel Noboa ha señalado la necesidad de recursos para la guerra y para el Estado.ARCHIVO

Los efectos secundarios del conflicto armado interno

Hay dos visibles que afectan a toda la sociedad. El Gobierno hará todo lo que esté a su alcance para dar seguridad y ver resultados

No voy a referirme a las muertes de aquellas personas que por esas desgracias de la vida se encuentran en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Eso podría considerarse hasta un “daño colateral vil”. Como ocurrió con la familia Pinto en diciembre de 2023 cuando Valentina, Bryanna, Adiel y Aitana, niños entre cinco meses y siete años, fueron acribillados por sicarios que se equivocaron de vivienda. En este análisis voy a referirme a los efectos secundarios.

OPERATIVO MILITAR terrorismo

Conflicto armado interno: Ecuador, sin pauta histórica ante el narcoterrorismo

Leer más

(Lea también: ¿Vamos a golpear los bolsillos del narco?)

Hay dos efectos secundarios visibles en este conflicto, que afectan a toda la sociedad. Voy a tratar de pensar en esta guerra contra el terrorismo como un tratamiento médico que debemos seguir para curarnos de este mal, aunque eso signifique que deberemos soportar los estragos que ese tratamiento produce.

  • Salud mental
Juan Carlos Vega

A Noboa le urge subir el IVA más allá de la “guerra interna”

Leer más

Ya se manifestaron los primeros síntomas. Inicialmente sentimos algo de euforia al ver que los soldados y policías salían a enfrentar a las mafias de pandillas que han estado aterrorizando el país. Luego empezamos a darnos cuenta de que los delincuentes también son capaces de responder con más terror y que no se amedrentan fácilmente. Los líderes de las bandas huyeron de sus prisiones y en todas las cárceles hubo revueltas. Se tomaron por asalto un canal de televisión y transmitieron en directo su terrorismo, causándonos pánico. Simultáneamente intentaron asaltar una unidad judicial haciendo estallar dos vehículos, asesinando a dos guardias y en su huida mataron a otra persona e hirieron a otras dos; una de ellas en estado grave y la otra es apenas una estudiante adolescente con su uniforme ensangrentado.

(Lea también: El Gobierno de Noboa afirma la reducción de muertes violentas diarias en Ecuador)

Ese fatídico 9 de enero murieron ocho personas asesinadas. El Gobierno respondió declarando oficialmente el conflicto armado interno y el inicio de una arremetida sin precedentes contra 22 grupos delincuenciales declarados terroristas. Con el decreto vino un nuevo toque de queda y todos a encerrarnos otra vez.

Es aquí cuando pasamos de la euforia al miedo. Empezaron las especulaciones sobre la fuga de los líderes de las bandas y sobre quienes están detrás de ellas, mientras la justicia ecuatoriana nos decepcionaba una vez más al dejar en libertad a quienes facilitaron la fuga. Aquí es cuando se añadió un nuevo síntoma: la desconfianza. Y, entre miedos, teorías ‘conspiranóicas’ y dudas, un nuevo ataque del terrorismo nos volvió a espantar. El fiscal que llevaba el caso del asalto a TC y que de forma reservada estaba investigando a la esposa del máximo líder de Los Choneros, que fugó de la cárcel, fue asesinado por sicarios que lo siguieron sin que él tenga escolta policial. Pasamos del miedo al pánico.

ExpectativaTengo la seguridad de que el Gobierno hará todo lo que esté a su alcance para darnos seguridad y veremos resultados.
f4e76714-b1f0-4cbb-80da-ded51d8c818b

Juan Carlos Vega: “Hay plan B (...) Hay medidas distorsionantes como aranceles”

Leer más

¿Cómo afecta nuestra salud mental esta situación? Cada persona reacciona diferente. Hay quienes sienten que nunca les va a pasar nada y tratan de llevar su vida de la forma más normal. Otros se mueven con cautela, cambian su rutina, se vuelven más observadores, desconfiados y toman medidas de precaución. También hay muchos que han entrado en un verdadero estado alarmante de nervios; sus vidas se han transformado, prefieren quedarse encerrados en casa, aunque esto signifique, en algunos casos, dejar de producir o incluso, dejar el empleo. Y, aunque a unos les afecte más y a otros menos, todos hemos sentido el golpe emocional de este conflicto.

(Lea también: El CAL califica cuarta ley urgente de Noboa tras cambios)

La mayor preocupación, obviamente, son los niños, quienes, una vez más se ven obligados a dejar de asistir a clases presenciales para recibirlas vía telemática. Esto trae consecuencias que ya las vimos durante la pandemia. Niños con problemas en sus hogares, con bajo rendimiento académico, que dejan de relacionarse con otros niños y se aíslan del mundo real para quedar atrapados en un mundo virtual donde las pandillas también han penetrado para irrumpir durante clases con mensajes de odio escondidos en canciones ‘rulay’.

Daniel Noboa
El presidente Noboa ha señalado que se deben realizar acciones inéditas para la guerra.ARCHIVO

  • Salud económica
Daniel Noboa

Daniel Noboa: "Debemos tomar medidas duras económicas porque una guerra cuesta"

Leer más

El conflicto causa miedo y nos impide ejercer eficientemente cualquier actividad económica. Los negocios nocturnos ya casi no funcionan y las ciudades están desoladas. No hay quién quiera invertir por la inseguridad de saber si su negocio va a ser ‘vacunado’ con violencia por los hampones o por el Estado con más impuestos. Las cifras del movimiento económico del país durante el primer mes de conflicto las conoceremos pronto y podremos tener una visión clara de cuánto ha afectado la guerra contra el terrorismo.

(Lea también: Consulta popular: menos preguntas resulta mejor que en exceso, dicen expertos)

Lo que sí podemos asegurar es que no se ven alentadoras; se ven tan sombrías como las calles del país. Algunos analistas ya predicen una baja sustancial de las ventas y una inversión privada inferior a la del año anterior. Tampoco se ve la posibilidad de que se creen más empleos en las actuales condiciones. Esto solo puede hacernos concluir que nuestra salud económica también se deteriora.

Puede parecer extraño, pero entre tanto desaliento veo luz al final del túnel, mas no en el corto plazo. Tengo la seguridad de que el Gobierno hará todo lo que esté a su alcance para darnos seguridad y veremos resultados. No estoy de acuerdo con su insistencia de meterle la mano al bolsillo a los ecuatorianos para financiar un estado ineficiente, sin embargo, tengo el optimismo de que la Asamblea rechace o modifique la intención del Gobierno.

No será fácil salir adelante, pero si perdemos el optimismo, entonces habremos perdido todo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!