La decisión debe ser reforzada con medidas de seguridad y con miras a cubrir las condiciones educativas óptimas de los estudiantes. Es el sentir de los padres de familia, que ven a la virtualidad como “un arma de doble filo”. 

Si bien los niveles de violencia que azotan a Durán se incrementan a pasos agigantados y refugiarse en la casa ‘alivia’ el temor, el aprendizaje y la enseñanza online “no son buenos”.

El Ministerio de Educación informó el domingo 24 de septiembre que un grupo de establecimientos educativos de Durán y Guayaquil adoptan la educación virtual por “los hechos violentos suscitados en las inmediaciones de las instituciones educativas”.

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“Los jóvenes, con lo que pasó en la pandemia, hicieron caso omiso a las clases virtuales, estuvieron en la calle y ahora forman parte de las pandillas”, expresó Mario Villón, padre de familia.

El problema no queda ahí y escala a las condiciones de estudio. Por ejemplo, en un aula de 45 estudiantes, 15 indicaron a la docente que “los deberes los iban a entregar tarde porque cuentan con un solo celular que es usado por el papá o mamá, que sale a trabajar”, contó Michelle Haro, docente y representante de UNE-Durán. Incluso vislumbran un retroceso en el proceso educativo. Y a eso suman la responsabilidad de que se conecten o respondan los mensajes de WhatsApp de la profesora.

“Imagínese que a esta hora (14:00) me faltan 15 trabajos. No podemos hacer nada y la ministra sabe que hay un desbalance en lo virtual y por eso es que prefiere seguir con la presencialidad”, agregó Haro.

En el comunicado de Educación también se solicita a la Policía que realice intervenciones y verificaciones en los predios, para “definir acciones específicas de patrullaje en los horarios de salida y entrada a clase”.

“Con el patrullaje, lo único que hacen es venir un ratito, se toman la foto y se van. Eso lo acabé de ver en la mañana”, aseveró Villón.

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Se tiene previsto que los alumnos de Guayaquil retomen las clases el miércoles 27 de septiembre y en Durán el 2 de Octubre. “Es solo una semanita que los tienen en la casa, no podemos llamar a eso una solución. Si sigue así la situación, lo sacaré a mi hijo, porque el año escolar lo puede recuperar, la vida no”, expresó una madre de familia.

El colegio Rafael Larrea, ubicado en El Recreo, implantó la modalidad telemática con una escasa participación de estudiantes. “En la jornada matutina, en un curso hay 45 alumnos, de los cuales estaban asistiendo entre 20 y 30. Muchos de los padres nos decían que se enteraban de la muerte de alguien y no querían arriesgarse”.

Sin duda alguna, los más afectados son los niños y adolescentes. A decir de muchos de ellos, la propuesta de estudio “es la misma de la pandemia”. No es un escenario nuevo, pero sí uno que los hace tambalear.

“Esto pasó en pandemia y sorprende un poco. Yo tengo mi celular con el que puedo conectarme y hacer mis deberes, pero hay compañeros que no tienen mi suerte”, declaró la alumna Marjorie Chaguay. 

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