No es nada nuevo. Durante los primeros meses del Gobierno de Sixto Durán Ballén, y vía decreto presidencial, se solicitó a los ecuatorianos adelantar una hora en sus relojes para “ aprovechar la luz solar” y disminuir el consumo de energía.

Y fue justo por ese particular pedido del exmandatario que, en su periodo -en el que se registró el mayor número de apagones a causa del estiaje en la zona de Paute- nació la ‘hora de Sixto’; debido a los racionamientos del servicio de energía que se realizaron desde noviembre de 1992 hasta febrero de 1993.

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Una medida que, si bien buscaba en esa época ahorrar energía ante la sequía,  produjo pérdidas de alrededor de 600 millones de dólares en los sectores público y privado. También se incrementó la inseguridad a causa de la falta de alumbrado público.

Sin embargo, los cortes de energía programados volvieron en 2009, durante el mandato del expresidente Rafael Correa. Fecha en la que Ecuador enfrentó una nueva crisis energética grave, por la falta de lluvias para el funcionamiento de la Hidroeléctrica Paute.

Años más tarde, en 2017, el Gobierno de Correa comenzó la construcción de nueve termoeléctricas y 14 hidroeléctricas, con el 'apoyo' crediticio de China.

Años más tarde, en 2023, y después de señalar que no habría cortes de luz programados, el Ministerio de Energía retrocede y anuncia que, desde el 27 de octubre hasta diciembre de ese año, el país se someterá al racionamiento del servicio. ¿La razón? Ecuador enfrenta, según las autoridades, una vez más, la mayor sequía en los último 14 años. 

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