El paro colombiano, que ha obstaculizado la circulación y el transporte de mercadería durante casi un mes, ha empezado a preocupar a diversos sectores productivos, entre ellos a la industria textilera que, en gran medida, depende de este mercado para sus operaciones.

La Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE) menciona que desde el pasado 28 de abril, día en que arrancó la protesta, la exportación de producto terminado, así como la venta de telas e hilos, se ha visto afectada. “El problema es el mismo para todos, no pueden cruzar la frontera con la carga porque una de las principales rutas, la carretera de Buenaventura, por donde se mueve el 70, el 80 % de la carga en Colombia, está cerrada”.

Este problema, dijo Javier Díaz, presidente de AITE, está obligando a que los propietarios de la mercadería opten por dejar el producto en Tulcán, lo que implica aumentar los costos, porque eso implica pagar en bodegas.

El mercado colombiano, dice Díaz,    es el principal destino de las exportaciones textileras de Ecuador. Si al año representa más de $ 25 millones, el paro de Colombia que el próximo viernes cumple un mes, puede estar costando al sector $ 2 millones de pontenciales pérdidas. El cálculo, aclara, no incluye los efectos que este problema deja en la importación de insumos y materias primas que la industria requiere para producir.