Propuestas nuevas y recicladas. Ya está en la Asamblea Nacional la reforma tributaria del presidente de la República, Daniel Noboa, denominada Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Creación de Empleo, con carácter económico urgente, es decir, con un plazo de 30 días para su discusión y votación en el Legislativo.

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En términos generales, la propuesta legal se basa en tres ámbitos: una remisión tributaria o perdón de intereses de deudas a contribuyentes, incentivos prometidos en campaña por Noboa, y cambios en alianzas público privadas y zonas francas, planteamientos que el expresidente Guillermo Lasso buscó impulsar con poco éxito.

Pese a que horas antes de la presentación del proyecto de ley, Noboa y su ministro de Economía, Juan Carlos Vega, habían señalado que recibieron “un país en una grave situación económica”, la reforma tributaria se basa en una recaudación temporal únicamente para 2024.

El mismo documento señala que la reforma tributaria tendría un impacto fiscal neto de aproximadamente 832 millones de dólares, valor que se recaudaría en el ejercicio fiscal 2024.

¿De dónde provienen esos recursos? La reforma tributaria contempla 960 millones de dólares por concepto de la remisión tributaria o perdón de intereses de deudas que mantienen los contribuyentes con el Servicio de Rentas Internas (SRI). Esa cantidad se recaudará únicamente en 2024.

A ese monto se debe restar 128 millones de dólares de los beneficios tributarios que ha prometido Noboa, como las deducciones para la creación de empleo juvenil, de mujeres y ex privados de la libertad. Con ello, el monto neto que espera recibir el Gobierno en 2024 por la reforma se ubica en 832 millones de dólares.

En ese contexto, el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, aseguró que la remisión tributaria es una forma “rápida”de conseguir ingresos para el Gobierno. El analista aseguró que anteriores gobiernos también han recurrido a esta vía para conseguir recursos de manera ágil y, además, sirve para reducir el monto total de la deuda que mantienen los contribuyentes con el SRI.

Otro cambio importante tiene que ver con la autorretención de los grandes contribuyentes de hasta el 3 % sobre el total de los ingresos por parte de las sociedades. El proyecto propone que a los 499 grandes contribuyentes identificados (empresas)por el SRI no se les realizará retenciones del Impuesto a la Renta.

Para Ortiz, de aprobarse la medida, esta le aportaría liquidez al Gobierno mensualmente, lo cual es importante frente a los problemas de recursos que atraviesa el fisco en estos momentos.

Del otro lado, el sector empresarial ya ha manifestado su malestar por la propuesta. José Antonio Camposano, presidente de la Corporación de Gremios Exportadores del Ecuador (Cordex), mencionó que si bien el proyecto de ley tiene aspectos positivos, la retención del impuesto a la renta preocupa porque puede afectar la liquidez del sector. Su preocupación la compartirán con la ministra de Producción, Sonsoles García, señaló el titular de Cordex.

Parte importante de la ley tiene que ver con el impulso a las alianzas público privadas y las zonas francas, propuestas que había buscado impulsar el anterior gobierno, pero que fueron desechadas por la Asamblea y la Corte Constitucional. “Me parece positivo que Noboa haya tomado lo trabajado por el gabinete de Lasso en zonas francas y alianzas público privadas y lo proponga otra vez a la Asamblea. Así se hace país. El problema es que son los mismos asambleístas que las negaron, ¿habrán reflexionado?”, dijo Francisco Briones, exdirector del SRI, a través de X (antes Twitter).