La producción de crudo se ha desplomado en esta semana. Según datos de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables, el bombeo de crudo llegó a 239 mil barriles por día (bpd). 

La cifra es ya menos de la mitad de lo que el país producía a inicios de febrero unos 485 mil bpd, de acuerdo a las cifras oficiales.  

Pero, ¿por qué se hundió la producción petrolera ecuatoriana en una semana? El pasado miércoles 22 de febrero de 2023, el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y Poliducto Shushufindi-Quito pararon sus operaciones por el colapso de un puente en el río Marker, ubicado en la provincia de Napo.

Ahora, se busca alejar a los oleoductos de la zona del desastre natural que ocurrió por las fuertes lluvias y un proceso de erosión que afecta a la zona. Mientras aquello ocurre, las tuberías por donde se transporta el crudo del Oriente ecuatoriano a Esmeraldas, para su exportación o refinación, no funcionan. 

Ante la falta de una vía para transportar la producción de crudo, Petroecuador informó el pasado 24 de febrero de 2023 que inició el apagado progresivo de los pozos ubicados en los campos petroleros operados por la empresa pública en la región Amazónica.

Petroecuador cuenta con tanques de reserva de crudo para su refinación para la distribución nacional. El ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, ha mencionado que ante la falta de combustibles producidos localmente, se importará más en los próximos días.  

En el caso de las exportaciones, el Gobierno declaró fuerza mayor, una cláusula que le permite blindarse ante un desastre natural o hecho imprevisto, para aplazar compromisos como las entregas de petróleo con las empresas que ya se tenían contratos. 

Santos Alvite ha señalado que se espera que los trabajos en los oleoductos terminen entre este jueves 2 y viernes 3 de marzo de 2023, con lo cual, se prevé que las exportaciones petroleras se retomen los fines de semana.