Mario Idrovo cafetalero
Emprendedor. Mario Idrovo inició su emprendimiento cuatro años atrás.FREDDY RODRIGUEZ / EXPRESO

Huma S.A., un embajador del café ecuatoriano de especialidad

La exportadora de café trabaja desde distintos frentes para dar a conocer la calidad del grano. En el 2022 obtuvo el lote ganador de la Tasa Dorada

La empresa nacional Huma S.A. lleva cuatro años dedicándose a la comercialización y exportación del café de especialidad al mercado mundial. En su afán de contar con la mejor materia prima, hace poco, se convirtió en la primera compañía ecuatoriana en invertir $6.450 en la compra 150 libras de café que pertenecieron al lote ganador del concurso la Taza Dorada, celebrado el año pasado.

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Mario Idrovo, barista internacional y propietario de la compañía, asegura que esta es la primera vez en la historia, “no solo de Ecuador sino de cualquier país productor de café en el mundo, que el mejor café se queda en su país. Para llevárnoslo participamos en una subasta internacional, compitiendo contra grandes empresas de Japón, Corea y Australia. Resultó que ganamos”, dijo este emprendedor.

Un tercio de esa cantidad, equivalente a 50 libras de café ya fueron exportadas a países como Ámsterdam, Corea, Japón y Estados Unidos, mientras el resto, el grueso de lo adquirido, “se quedó por nuestro consumo local”, dijo.

EXPORTACIÓN NACIONALEn el primer trimestre de este año, el país exportó 33,3 millones de café, según el Banco Central del Ecuador (BCE).

La materia prima que obtuvo salió de los cultivos del agrónomo Servio González de la finca Clara Luz en Loja, como el mejor de la historia de Ecuador, con una puntuación de 92,65. Para el barista, el café de especialidad representa una importante oportunidad de crecimiento económico. “En Ecuador, estamos cada vez más enfocados en la calidad del café, y es precisamente ahí donde podemos destacar. En volumen, es muy difícil competir con otros países debido a nuestro pequeño territorio, pero en calidad podemos sobresalir y, por ende, llegar a todo el mundo”.

Idrovo cuenta que su amor por este negocio inició hace 14 años cuando empezó a trabajar con su familia en una cafetería en Guayaquil, una pasión que creció cuando fue a vivir a Australia y palpó las bondades de este mercado poco aprovechadas en el país. “Ahí aprendí a catar, a tostar, a visitar fincas, hacer control de calidad, barismo”.

Conocimientos que lo han motivado a dar nuevos pasos. Fundó el MI Coffee Institute, un centro que imparte técnicas de elaboración de café y que se dedica a la formación de nuevos baristas. Y, el año pasado, acaba de abrir abrí Mía Mía, una pequeña cafetería de especialidad en Guayaquil.