
El FMI sugiere flexibilizar el trabajo a mayores para evitar jubilaciones anticipadas
En España hay retiros involuntarios que obedecen a la imposibilidad de adaptar la jornada a las condiciones de salud
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha planteado a España flexibilizar las condiciones de trabajo a las personas de mayor edad para evitar que acaben jubilándose anticipadamente por falta de opciones que favorezcan su continuidad en activo.
En su informe anual de evaluación de la economía española (Artículo IV), el FMI ha incluido un análisis sobre la jubilación anticipada, que considera que en ocasiones es involuntaria y obedece a la imposibilidad de adaptar la jornada al deterioro de las condiciones de salud, al cuidado de familiares o al mantenimiento de las habilidades demandadas.
El fondo señala que el envejecimiento de la población supondrá una presión añadida para las finanzas públicas que podría mitigarse fomentando una mayor participación laboral, después de que el alza de la edad legal y los incentivos a la jubilación demorada ya hayan propiciado un aumento de la edad efectiva de retiro de casi un año desde 2019, al pasar de 64,4 a 65,2 años.
Además de poder reducir el número de horas de trabajo, el FMI plantea también reformar el sistema de prestación y subsidios por desempleo para incentivar que los trabajadores mayores vuelvan al trabajo.
La brecha de productividad, igual desde hace 25 años
La brecha de productividad y la débil recuperación de la inversión desde la pandemia también son analizadas este año por el FMI, que aboga por marcos fiscales, de gasto y regulatorios "más claros y predecibles" para las empresas, así como por mercados más integrados y por eliminar barreras a la financiación de empresas nuevas e innovadoras.
El informe incide en que la brecha de productividad de España con Europa está prácticamente igual que hace 25 años, a pesar de que se ha reducido algo en los últimos años, aunque "está por ver si esa evolución reciente de la productividad de España en comparación con el resto de Europa será temporal o estructural".
Entre las posibles soluciones, el FMI propone políticas que permitan ganar tamaño a las empresas, que a veces prefieren no crecer para no traspasar umbrales de plantilla o de facturación que generan mayores obligaciones laborales e impositivas.
Asimismo, habla de incentivos fiscales para impulsar el mercado doméstico de capital riesgo, de mejorar los procesos concursales para asegurar la reestructuración de empresas insolventes pero viables y de fortalecer la autonomía universitaria para promover un entorno más proclive a la innovación.
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