La situación económica obliga a una advertencia pública. La Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) advierte que Ecuador está "al borde del precipicio" debido a su situación económica provocada por una crisis fiscal, es decir, porque el Estado no cuenta con el dinero suficiente para realizar sus pagos habituales.  

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"La crisis actual es mucho más profunda de lo que el sector político cree y amenaza con llevarse por delante al propio sistema monetario", señaló José Hidalgo, director de Cordes, en rueda de prensa este 1 de febrero de 2024. 

El expresidente de la República y actual presidente de Cordes, Oswaldo Hurtado, argumentó  que es una señal alarmante que el sector público se esté atrasando el pago de los sueldos, lo cual muestra la precaria situación de la caja fiscal. En ese contexto, el exmandatario aseguró que si no se toman acciones el país deberá hacer frente a una crisis sin precedentes, con efectos dolorosos, sobre todo, para los más pobres.  

El pronunciamiento ocurre en días previos a que la Asamblea Nacional vote el proyecto de Ley para Enfrentar el Conflicto Interno, que busca subir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 15 % por tres años y al 13 % de manera permanente. 

En ese contexto, dijo Hidalgo, la primera tarea recae sobre la Asamblea Nacional, que debe aprobar, anteponiendo el interés nacional a los intereses partidistas, el aumento en la tasa del IVA del 12% al 15% propuesto por el presidente Noboa. 

Eso brindará ingresos adicionales al fisco por alrededor de 1.300 millones de dólares al año, con un impacto moderado en los hogares más pobres, según Cordes. Sin embargo, la medida queda corta frente a la enorme brecha de caja proyectada para este año y, por tanto, debe complementarse, apunta Cordes, con una reducción significativa o eliminación del subsidio a los combustibles, principalmente la gasolina y el diésel.

El Ejecutivo, además, tiene la tarea de recortar de manera significativa el gasto y plantear un debate sobre las transferencias que reciben los gobiernos seccionales, muchos de los cuales son altamente ineficientes y no rinden cuentas a nadie.

¿Qué consecuencias habrá si no se toman esas medidas "dolorosas, pero necesarias"? . Frente a necesidades de financiamiento de más de 10.000 millones de dólares para 2024, la sequía en la caja fiscal, combinada con la imposibilidad de conseguir deuda en los mercados internacionales, puede llevar al Gobierno a hacer pagos con "ecuadólares" (con préstamos del Banco Central del Ecuador (BCE) al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), una moneda electrónica creada por el BCE, o pagarés de corto plazo emitidos por el MEF, apunta Cordes. 

"En un momento de desesperación y cuando no tenga ya recursos reales a los que pueda acudir ¿Qué es lo que va a hacer? Va a tratar de sacar algún tipo de instrumento financiero, una suerte de cuasi moneda con la cual buscaría cumplir sus obligaciones. Serán bonos de corto plazo, pueden ser ecuadólares, puede ser cualquier tipo de instrumento (...) En esas circunstancias el concepto de dolarización va a cambiar radicalmente en Ecuador y vamos a tener que convivir con una parte de la economía dolarizada y una subdolarizada, que tendrá un tipo de cambio, una conversión de esas monedas a dólares, según el apetito que haya en el mercado. Es decir, un bimonetarismo", explicó Abelardo Pachano, miembro de la Junta Directiva de Cordes.    

Finalmente, Cordes apunta que el Gobierno debe preparar una reforma integral a la Seguridad Social, cuyos problemas de caja están subiendo a la superficie y constituyen la siguiente ola de presiones fiscales.

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