Arancel 4x4 insuficiente: Empresarios textiles claman por soluciones urgentes
Representantes del sector textil advierten que la medida no resuelve los problemas estructurales que enfrenta la industria
Desde el 16 de junio de 2025, los paquetes que ingresan a Ecuador bajo el régimen 4x4, hasta cuatro kilos y un valor de 400 dólares, están sujetos a una nueva tarifa de 20 dólares. Esta decisión del Gobierno busca, según sus voceros, proteger a la industria nacional de las importaciones irregulares que afectan especialmente a sectores como el textil. No obstante, para los empresarios del país esta medida no es suficiente. A su juicio, el verdadero problema está en la informalidad, la evasión de controles y la competencia desleal que se ha intensificado con la proliferación de plataformas digitales.
El arancel solo es un primer paso para la igualdad
Camilo Ontaneda, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, considera que el arancel es apenas un primer paso, y que el problema estructural permanece. “No se trata de satanizar el comercio electrónico, pero sí de exigir igualdad de condiciones en la cancha comercial. Hablamos de encadenamientos, no sólo la parte productiva, es la parte comercial formal”, señaló en una entrevista radial.
Ontaneda lamentó que se normalice el ingreso de productos sin arancel, IVA ni garantía de calidad, lo que, según él, constituye contrabando. También alertó sobre el engaño al consumidor, que asume que el producto nacional es caro sin conocer la carga tributaria y los estándares que lo respaldan. “La materia prima tiene un precio internacional, no podemos vender por debajo de eso. Si otros lo hacen, es porque hay trampas detrás. Puede haber explotación laboral, descargas ambientales ilegales o insumos tóxicos. Lo barato, en este caso, puede salir carísimo”, advirtió.
Empleo formal en riesgo y una industria golpeada
El sector textil ecuatoriano, según cifras del gremio, genera más de 122.000 empleos directos y cerca de 250.000 si se cuentan los encadenamientos productivos. Una gran parte de esa fuerza laboral está conformada por mujeres y cabezas de familia. “No es solo un tema económico, es social. Nosotros no podemos competir sin condiciones mínimas. Queremos seguir produciendo, pero no podemos solos”, explicó Ontaneda.
Ante esta realidad, el gremio propone medidas complementarias: mayor acceso a crédito productivo, flexibilización laboral regulada, campañas de consumo justo y regulación de las plataformas digitales que venden en el país sin tributar. También aplauden la implementación del sistema Palantir, que dotará de inteligencia artificial a las aduanas para mejorar el control, aunque recordó que “sin voluntad política, cualquier medida es letra muerta”.
El alcance del arancel en distintos sectores
Carlos Icaza Macías, máster en administración financiera y profesor universitario, también cuestionó el alcance del arancel. Aunque reconoce que la medida puede generar una percepción de control, advierte que su efecto sobre la formalización productiva es limitado.
Icaza sostiene que las políticas públicas deben enfocarse no solo en proteger, sino también en fomentar la competitividad. “Invertir en innovación, apoyar la formalización y generar incentivos a la industria es más efectivo que simplemente encarecer las importaciones pequeñas. Deben ayudar a las empresas textiles a como hacer comercio electrónico, por ejemplo”.
Más allá del arancel: lo que está en juego
Para Ontaneda e Icaza, el arancel de 20 dólares no debe verse como una solución, sino como un avance del cual si no se actúa de forma integral, los sectores productivos seguirán perdiendo terreno frente a la informalidad y la competencia desleal.
