La criminalidad que existe en Esmeraldas y que la ubica como la tercera ciudad más violenta del continente no está tan distante del centro del país. Durán, que está situada apenas a 9,5 kilómetros de Guayaquil y menos distancia de Samborondón, se ‘desangrando’ por las 99 muertes violentas que se registran en lo que va del año 2023.

A pesar de que se destinó un equipo élite de militares denominado brigada antiterrorismo desde mediados de mayo para que patrullen constantemente el cantón, esto no ha impedido que al menos la cifra se mantenga.

En el último mes hubo 38 asesinatos, el más estremecedor pasó la noche del domingo pasado cuando una niña de siete años fue gravemente herida en un sicariato contra su papá que iba manejando un vehículo. Él murió al instante y su hija está al borde de la muerte en una casa de salud.

Un día antes circuló en redes sociales un documento supuestamente firmado por la pandilla Latin King, dirigido a los residentes de Durán a quienes le pidieron que eviten salir después de las 20:00, porque “los hechos violentos continuarán”. Además culparon a los integrantes de la banda delictiva Chone Killers de los caos de extorsión.

A esta situación se suma la gobernanza telemática del alcalde Luis Chonillo, quien se salvó de morir en un atentado donde fallecieron tres personas. Y hace una semana, el gobernador del Guayas, Francesco Tabacchi, dijo tras la reunión junto con el presidente Guillermo Lasso que en esta semana se iban a “anunciar resoluciones y al alcalde de Durán todo el apoyo que necesita”, pero no se aclaró qué tipo de ayuda.

EXPRESO consultó a Tabacchi si el Gobierno va a asegurar la protección de Chonillo para que permanezca ejecutando acciones en su territorio y que su domicilio sea en Durán    y se limitó a decir que se “está garantizando el acompañamiento policial, ahora tenemos que sacar adelante a Durán”.

Para Daniel Pontón, experto en seguridad, lo que ocurre en Durán es parte de su “dinámica local”, pero que a su vez proviene de radicalización de la violencia que se vive en Ecuador y que se focaliza por la ausencia de control, de sus autoridades y de la presencia del Estado como tal en programas y servicios; acciones que influyen en el desarrollo de hechos macabros como el colgamiento de dos cuerpos en el puente que une a Guayaquil y Durán el 14 de febrero de 2022.

“No son los mismos actores ni las mismas condiciones o dilemas, pero no es que migra la violencia, es una práctica que se venía acentuando en los últimos años, es parte de la tendencia que no se ha controlado”.

• Un total de 1.526 muertes

Desde el Ministerio del Interior se informó a Diario EXPRESO que hasta el 30 de junio del año 2023 en Ecuador se han registrado 1.526 muertes violentas en todo el país.

La zona 8, que es conformada por Guayaquil, Durán y Samborondón, identificó 1.277.

La ciudad de Esmeraldas está a ocho horas de Guayaquil, tiene 189.504 habitantes y acumuló 522 muertes violentas en 2022, hoy está bordeando las 300 muertes violentas. Mientras que Durán que cuenta con 230.839    habitantes, ha sido el escenario de escalofriantes hallazgos como seis decapitados en el primer semestre de 2022.

No obstante para Pontón el espiral de violencia en Durán es como “una bola de nieve” que se veía venir y que se ha alertado desde hace mucho, pero no se han tomado cartas en el asunto.

De su lado, John Garaycoa cuestiona que las brigadas militares estuvieron con mayor intensidad en los primeros días de junio, pero que después perdió su efecto de percepción de seguridad porque “el delincuente no es tonto, hace un golpe corto y se va del lugar”. Por tal motivo insta a que se ejecuten allanamientos masivos a las viviendas    porque “es más que obvio que no van a cargar armas cuando ven en la zona a militares”.

Además, expone que se debe cambiar el enfoque en las capturas para ser efectivos en la disminución en la criminalidad.

“Aquí lo que se debe hacer es un control de armas, no fijarse solo en la droga, porque el poder está en el cañón, porque ahí es como ellos pueden ejecutar sus crímenes que además son con armamento de gran calibre. Entonces hay que presionar para que se ejecuten las competencias como se deben en el control de armas y así se evitará que se haga y se deshaga en Durán, ya que se deja pasar armas en las fronteras del país”.

Garaycoa expuso también que si se desea obtener resultados en corto y mediano plazo se puede incluir en organizar a los comercios y a la policía hasta con los controles de rutina en los locales de venta con “simples detectores de metales”.

Luego de esto, apuntó que es necesario trabajar en el “combate al deterioro social que busca el dinero fácil" con acciones interinstitucionales que rinden resultados tras varios años de trabajo continuo.