Entre los 48 contratos que la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) adjudicó a la empresa Alcolisti S. A., por una suma total de $ 14 millones, en el período 2015-2020, constan tres relacionados con el servicio de mantenimiento preventivo, correctivo, calibración que la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), en el 2020.

Esas tareas han sido observadas por la Contraloría General del Estado (CGE) en el examen espacial 0184 del 2021, al que este Diario tuvo acceso.

En específico, el equipo auditor identificó inconsistencias en el tema de la reubicación de equipos. Según los documentos del proceso contractual, la compañía que fue invitada directamente por la CTE tenía que cambiar de sitio 100 radares informativos y cámaras sancionadoras.

“No se evidenció el requerimiento formal en el cual se indique el equipo y la reubicación del mismo, durante el mes en curso”, se lee en la página 15 del reporte de Contraloría.

En ese mismo apartado se aclara que ese traslado de equipos se “podrá realizar únicamente con requerimiento formal del administrador del contrato”, que debe indicar qué equipo debe ser reubicado.

El equipo auditor también señaló que en la documentación que sustentó el pago del séptimo mantenimiento no se encontró el informe del proveedor donde se detallaban las reubicaciones realizadas desde el 28 de septiembre de 2020 hasta el 30 de abril de 2021. “Adicionalmente, en dichos soportes no se evidenció las fotografías de las reubicaciones como constancia (...)”, se añade.

Un patrón en reportes de auditorías

La falta de información que ha generado problemas en el resultado final de servicios contratados por la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), en torno al funcionamiento de los fotorradares, se ha evidenciado en varios exámenes de la Contraloría General del Estado (CGE). Este Diario solicitó días atrás una entrevista a la CTE para tratar el tema de los dispositivos de medición de velocidad, pero un comunicador de esa entidad comentó que no tenían posición sobre aquello.