La tarea, después de descartar la presencia de coronavirus en Ecuador, todavía no termina. El defensor del Pueblo, Freddy Carrión, conversó con EXPRESO sobre los errores que cometió el Gobierno al tratar la epidemia -o al menos su posibilidad- y las tareas pendientes que hay con los coterráneos que siguen en suelo chino.

-¿Cuál debería ser la acción del Estado ecuatoriano con respecto a los compatriotas que residen en China y que piden regresar?

-El Estado, independientemente de sus ubicaciones, debe garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Los migrantes y las personas que están dentro del país deben tener la protección necesaria. Sobre todo cuando hablamos de un tema tan grave y tan difícil como el que se está atravesando. El Estado debe trasladar su protección a todos los ecuatorianos sin importar donde estén.

-Pero, ¿qué hacer con ellos? ¿se debe repatriarlos?

Se debe establecer mecanismos de seguridad con las autoridades chinas y, sobre todo, garantizar la protección. La situación podría generar un pánico colectivo por los niveles de alarma que hay en una ciudad en particular. Quienes habitan Wuhan son personas, sin importar su nacionalidad, que deben estar protegidas.

-Algunos países ya repatriaron a sus ciudadanos. ¿Ecuador debe seguir ese camino o quedarse con los acuerdos con las autoridades de China para garantizar su protección?

-Lo óptimo es garantizar la seguridad de los ecuatorianos...

-¿Sin importar su ubicación?

-Exactamente. Para eso es fundamental el trabajo que pueda hacer el Ministerio de Relaciones Exteriores con el Gobierno de China. Se debe exigir que las autoridades de allá protejan a todos los ciudadanos y entreguen las medidas de seguridad.

-El tratamiento del posible caso de coronavirus en el Ecuador, por parte del Gobierno, ¿fue el adecuado?

-Nos ha llamado mucho la atención esta preocupación que se generó en todos los ecuatorianos. Eso pudo derivar en una psicosis colectiva porque todos estaban preocupados por el caso que finalmente fue descartado. En el periodo de espera se tejieron especulaciones y ahí debe intervenir la fuente oficial. Estos casos pueden generar miedo y pánico si la fuente oficial no informa de manera oportuna. Este es un problema de salud pública que debe ser combatido.

-¿El Estado hizo una buena labor como fuente oficial?

-Hubo muchísimos errores. Las personas que hablaron inicialmente no sabían datos sobre las muestras. No se informó a tiempo y se permitió que se especule al respecto. Lo fundamental era mandar mensajes de tranquilidad.