La candidata presidencial Cynthia Viteri cumplió años el día domingo pasado. Pero no lo hizo de manera tranquila, pues fue un día muy movido con respecto a la campaña electoral. En efecto, su día empezó con una numerosa cabalgata en El Empalme y Balzar que concitó la presencia de unos trescientos jinetes y ella, como nueva Amazona, cabalgó en un brioso ejemplar equino.

Luego se desplazó en helicóptero de Balzar a Guayaquil, para aterrizar en el estadio de Barcelona, donde le esperaba una numerosa concentración que se unió después a otra, más numerosa aún que se hallaba apostada en el Puente del Velero y las dos concentraciones unidas marcharon hacia el sur de la ciudad en una caravana motorizada, con decenas de vehículos. La encabezaron, la candidata presidencial, acompañada del Alcalde, Jaime Nebot en un ‘jeep’ descubierto. En el transcurso del recorrido, desde los balcones y las aceras, grupos entusiastas saludaban y aplaudían a los dos personajes. Pero en medio de esta extraordinaria agitación se dio tiempo para recibir la enhorabuena de partidarios y amigos por su cumpleaños, que llevaron unos mariachis que entonaron la tradicional canción mexicana.

Al parecer estos hechos cumplidos con una velocidad enorme y la presencia grata y sonriente de Cynthia Viteri, han afirmado su candidatura que, después de la disolución de la Coalición llamada la Unidad, ya sin el lastre de alguien que trataba desesperadamente de lograr una ubicación importante y de otro que convergía hacia la oposición, luego de nueve años de su colaboración con el régimen de Correa en posiciones burocráticas de primer orden y no como pecador arrepentido, al parecer se ha empezado a movilizar la candidatura de Cynthia Viteri en los más amplios segmentos populares, con unas adhesiones que no son solo las muy importantes de Rodrigo Paz y Roque Sevilla en Quito, sino con la certeza de que es la verdadera oposición al régimen de la Revolución Ciudadana y que plantea soluciones económicas y de otro orden con realismo y valentía.

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