
Cuatro de cinco pisos de Solca, inhabitados
Abre sus puertas a los medios por primera vez luego de un año cinco meses del terremoto, y cuenta que, desde aquel 16 de abril, cuatro pisos de los cinco que tiene su edificio principal fueron inhabilitados, por seguridad.
Solca muestra sus heridas. Abre sus puertas a los medios por primera vez luego de un año cinco meses del terremoto, y cuenta que, desde aquel 16 de abril, cuatro pisos de los cinco que tiene su edificio principal fueron inhabilitados, por seguridad.
Ahora busca repararse, hacerse más fuerte. Anuncia trabajos en su infraestructura que pueden tardar entre diez meses y un año. Muy probablemente, incluso, se deba extender ese período.
Será necesario. Con pacientes que no pueden aplazar sus radioterapias es imposible pensar en un edificio vacío, por lo que los obreros y el personal del hospital, junto con sus internos, tendrán que convivir durante este tiempo.
Los tres análisis técnicos a los que se sometió el hospital luego del sismo concluyeron que los daños “son solo arquitectónicos y no estructurales. Es decir, de mampostería, fisuras y grietas”, asegura el ingeniero Johnny Guerrero, jefe de Proyectos y Construcciones de Solca y actual gerente de las labores de reparación.
Pese a aquello, durante el recorrido de ayer por las instalaciones, EXPRESO constató profundas fisuras en los pisos del edificio principal que ahora están vacíos.
Las áreas más afectadas, describió Guerrero, son las de hospitalización y de quirófanos, contigua a esa zona del centro.
Cuando se planificaba el reforzamiento se analizó construir un hospital nuevo, porque repararlo es complejo.
Pero al final optaron por este camino, “por inversión y tiempo de ejecución. Construir uno nuevo se escapaba de nuestras manos. No es posible paralizar actividades”, enfatizó.
El personal contó brevemente las modificaciones que debieron aplicar en el edificio principal desde el sismo. Pediatría, que funcionaba en el segundo piso, ahora está en planta baja.
Hospitalización Adultos debió mudarse del tercer nivel a las instalaciones de la fundación Ayuda para Enfermos Incurables, junto al Consejo Nacional Electoral.
Y los pacientes de Pensionado, que estaban hasta el día del terremoto en el cuarto piso, se ubican en Permisión.
El auditorio de Solca, que estaba en el quinto piso de ese inmueble, no se usa por el momento. Docencia también estaba allí, pero se trasladó a la Biblioteca. Y cesó el servicio de hospedaje para residentes, que también funcionaba en el área.
Las obras estarán concentradas en la torre del edificio principal y en la zona de quirófanos.
Consisten, entre otras acciones, en ubicar amortiguadores que atraviesen el edificio para asegurar la estructura, que data de 1973. Fue reforzada, recuerda el experto, en 1986.