Función. Las cámaras podrán captar el arrojo de desechos, la no recolección de las heces de mascotas e incluso actos delictivos.

Cuatro camaras como antidoto al desorden

Los dispositivos grabarán a quienes arrojen basura en Urbanor. Las pruebas pasarán al Cabildo para multar a los infractores.

Las ciudadelas y barrios deberían ser espacios armónicos entre individuos y el ambiente. Pero ese anhelo a veces puede desvanecerse como resultado de actitudes inadecuadas de ciertos vecinos.

En Urbanor, ciudadela ubicada al noreste de la urbe, la mala costumbre de arrojar desechos en los espacios públicos provocó el descontento en los habitantes.

Al respecto, el Comité Civil Vecinal de la ciudadela decidió colocar cámaras en diferentes puntos con el objetivo de grabar los actos para después denunciar a las personas que cometen dicha infracción ante el departamento de Justicia y Vigilancia del Municipio.

Los líderes barriales pretenden colocar ocho cámaras en la ciudadela, pero por el momento su objetivo es cumplir con la instalación de cuatro dispositivos en las zonas donde más se frecuenta la insalubridad.

Una vecina que habita en el quinto callejón, manzana 150, quien prefirió no dar su nombre, asegura que hay personas que aprovechan la oscuridad de la noche para dejar sus desperdicios en una esquina ubicada frente a su hogar. “Mis ventanas no tienen vidrios, y a pesar de que coloqué cortinas el olor es insoportable durante todo el día”, se lamenta.

Asimismo, cuenta: “Una vez mi hijo, cansado de la situación, decidió coger las fundas de basura y las devolvió a cada uno de los dueños, casa por casa”, con la finalidad de darles “un escarmiento”.

Susana Auquilla, vocal del comité barrial, explica que para colocar las cámaras, los moradores realizan continuamente diferentes actividades, como bingos y venta de comida. “Nosotros solo tratamos de que los vecinos tomen conciencia y que no dejen la basura en cualquier lugar”.

El proyecto es parte de un plan piloto que de acuerdo con Geofredo Calle, presidente del comité, “ya lo presentamos al Municipio y nos lo aprobaron. “Además, puede servir a otros barrios para que tomen medidas similares”, explica.

El precio de cada cámara, según Gastón Robles, tesorero del comité de Urbanor, es de aproximadamente $ 400, sin incluir el montaje. Hasta el momento se ha instalado un solo dispositivo, y pese a que aún no se empieza con las grabaciones, la diferencia ya es notable. Pues la esquina marcada en el mapa adjunto se muestra visiblemente más limpia que las otras donde aún no se colocan las cámaras de vigilancia.

Javier Narváez, director municipal de Justicia y Vigilancia, felicitó a los moradores por la iniciativa y aclaró que las grabaciones significarían una “prueba plena para proceder con la multa respectiva”.

El sistema preventivo al desorden aún no empieza su funcionamiento, pero Calle aseguró que desde la próxima semana se realizarán campañas para informar a los ciudadanos sobre la nueva medida.