(EFE).- Ni las cifras de infectados y muertos por coronavirus en Estados Unidos disuaden a los jóvenes en Miami, quienes organizan fiestas en botes y yates en plena pandemia. Las autoridades de la ciudad no saben qué más hacer.

Estas fiestas se organizan pese a que en Florida, estado donde se encuentra Miami, los casos de infectados por coronavirus aumentan 100 o más por cada día que pasa.

Y eso se da pese a las prohibiciones. El alcalde del condado de Miami Dade, Carlos Giménez, prohibió el sábado el "rafting", el amarre de  unos barcos a otros para que se pueda pasar con facilidad de uno a otro. Asimismo, horas más tarde, anunció el cierre de todas las marinas y las rampas para bajar botes al mar en su jurisdicción, con efecto inmediato.

Solo podrán usar las instalaciones mencionadas los barcos dedicados a la pesca.

Entre una decisión y otra están las imágenes tomadas por drones y los videos colgados en Facebook, Instagram y otras redes sociales de la concentración de centenares de barcos de recreo este sábado en Haulover Inlet, una entrada a Key Biscaine desde el mar muy popular por un banco de arena que permite desembarcar cuando hay marea baja.

Todos los canales de televisión locales publicaron videos y fotografías en los que se ve a centenares de barcos concentrados en Haulover Inlet en una tarde primaveral y a muchas personas en el agua socializando entre ellas.

Aunque en Miami Dade no está en vigor una cuarentena obligatoria, hoteles, bares, restaurantes y otros lugares de reunión están cerrados y solo permanecen abiertos establecimientos comerciales que venden productos de primera necesidad.

En Florida hay hasta ahora 763 casos confirmados de coronavirus, doce de ellos acabaron en la muerte de los infectados. El condado de Miami Dade y su vecino Broward son los que cuentan con más casos de COVID-19, 169 y 164, respectivamente.