Un hombre de 101 años falleció este jueves 21 de mayo en un domicilio ubicado en el sector de la Iglesia de El Robo, en el centro histórico de Quito. La presunción es posible coronavirus. Habría presentado problemas respiratorios en los últimos cuatro días. El deceso fue alertado por una sobrina del fallecido. Al levantamiento del cadáver asistieron miembros de Criminalística de la Policía, personal del Ministerio de Salud y de la Empresa Metropolitana de Gestión de Residuos Sólidos (Emgirs).

En tres semanas, con el del adulto mayor, Criminalística registra el levantamiento de 25 cadáveres en distintos sectores de la capital, en domicilios, en las vías o en hospitales. Según el mayor Carlos Perugachi, jefe del laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de la Policía en la capital se trata de 17 hombres y ocho mujeres. De ellos, 17 decesos ocurrieron en domicilios, seis en la vía pública y dos en hospitales. De los fallecidos 16 son adultos mayores de más de 65 años. Cinco de 50 a 64 años y los restantes tienen edades de más de 30 hasta 49 años.

Hasta el 4 de mayo y desde que inició la emergencia, Criminalística había levantado seis cuerpos. En los dos días siguientes hubo dos cadáveres más que incluía una mujer hallada sin vida en el sector de la curva de Santa Rosa, al sur de Quito. Para el 10 de mayo ya se habían recogido 12 cadáveres: cuatro en la calle, seis en domicilios y dos intrahospitalarios. El pasado 9 de mayo el Municipio de Quito activó el sistema a ejecutarse en el caso de los fallecimientos fuera de los hospitales por posible COVID-19 para evitar que los cadáveres permanezcan en los domicilios.

El sistema contempla el manejo de hasta 200 cuerpos diarios de manera rápida, digna y con seguimiento para evitar el extravío de los cuerpos. Se ha previsto poner al aire una página web con el destino final de cada fallecido. La Emgirs fue designada para el levantamiento y disposición final de cuerpos en la capital en coordinación con varias instituciones como Criminalística, Fuerzas Armadas, IESS, INEC, Registro Civil, Ministerio de Salud, entre otras como las funerarias de Quito.

Según el protocolo el ECU-911 receptará las llamadas de las personas que tengan personas fallecidas en sus domicilios y notificará de inmediato a la Policía y a la Emgirs. Esas instancias acuden al sitio y para comprobar si la muerte se relaciona con un hecho violento,  por posible COVID-19 o alguna patología preexistente. Lo siguiente es el levantamiento, embalaje y etiquetado del cuerpo para su transporte al centro de mando ubicado en el parque Bicentenario, en el norte de Quito. 

El procedimiento aplicado ha sido la verificación de la cobertura exequial con el que contaban las víctimas. De los que no han tenido cobertura de ningún seguro ni público ni privado y tampoco han tenido recursos para la inhumación se han hecho cargo las funerarias que se integraron al protocolo para efectuar gratuitamente los servicios de inhumación o cremación.

Se ha previsto que los trámites administrativos se efectúen también en el Registro Civil del centro de Quito. Los familiares no necesitan estar presentes y las partidas de defunción se entregarán en los domicilios.

Según la Emgirs, del 4 de abril hasta el 7 de mayo, el ECU911 recibió 40 llamadas, de las que al menos 15 se atribuyeron a casos de posible COVID-19 y recibieron asistencia.

El gerente de la Emgirs Hernán Alvarado señaló hasta el momento no se ha utilizado los contenedores pero ya están preparados para recibir cadáveres. Para ese efecto, una parte del equipo destinado a esa tarea se trasladó al Bicentenario, indicó. La Emgirs registra en total 28 cuerpos recogidos en domicilios y vías. Hasta el momento, al parecer, la situación estaría controlada.

Hasta el miércoles 20 se registraron en el país 34.854 casos confirmados de COVID-19, 2.888 personas fallecidas, reconocidas oficialmente y 1.805 decesos por probable coronavirus. Pichincha tiene 2.952 casos confirmados que corresponden al 11,4 % del total de casos y registra 227 personas que murieron por el virus.

Para mitigar el riesgo de propagación de coronavirus se emitió una ordenanza municipal que dispone que todas las personas de forma obligatoria debe usar debidamente la mascarilla que le proteja la nariz y la boca, el uso correcto de salvoconductos, entre otras disposiciones.