Un hombre de 62 años, que se dedicaba a la venta de papas en una camioneta, se convirtió en la víctima número 11 de posible coronavirus cuyo cadáver se levanta en Quito por desplome en la calle o en domicilios. Ocurrió en el sector de la Ferroviaria Alta, en la esquina de las calles Nariz del Diablo E7-Puna S11, en el sur de la capital.

La suceso fue reportado a las 10:00 de este martes 5 de mayo al sistema de emergencias ECU911. Los primeros en llegar fueron los miembros del Cuerpo de Bomberos de Quito que constataron que no tenía signos vitales. Posteriormente llegaron los miembros de Criminalística que se encargaron de la identificación del cadáver, su identificación, embalaje y etiquetado. 

Los miembros de la Empresa Municipal de Gestión de Residuos Sólidos (Emgirs) se encargaron del traslado del fallecido y la coordinación con la funeraria para su cremación. Hernán Alvarado, gerente de la Emgirs, señaló que el Municipio capitalino asumirá los costos de este caso.

El fallecido habría presentado un cuadro de tos el fin de semana. Una de sus vecinas del fallecido señaló a los medios que por la cuarentena llevó al hombre de la tercera edad a vivir a la casa. Ella expresó que teme haberse contagiado junto con su esposo porque ambos presentan tos. La deficiencia respiratoria habría sido la causa del desplome.

En el sitio se aplicaron los protocolos de bioseguridad para casos con sospecha de COVID-19 y se acordonó el lugar. Vecinos y familiares fueron entrevistados por los uniformados. La tarde de este debía realizarse la cremación y este miércoles las cenizas del adulto mayor serían entregadas a los familiares. La semana pasada una mujer de 36 años se desplomó en otra acera en el sur de la capital. La sospecha también en ese caso fue posible coronavirus.

Quito registra hasta el momento 91 víctimas por posible COVID-19 y cerca de 2.000 casos confirmados. Quito es uno de los cantones que el lunes inició el distanciamiento social con semáforo en rojo. En los próximos días se habilitará un Centro de Aislamiento Provisional en el parque Bicentenario de la capital con capacidad de más de 300 camas. Desde hace más de un mes la capital refuerza su capacidad de reacción ante un eventual deceso masivo de personas por coronavirus. En el Bicentenario se han colocado inclusive cinco contenedores que permitirían almacenar hasta 50 cuerpos cada uno.