Según Roberta Zambrano, prefecta de Esmeraldas, en las últimas semanas, contratistas y trabajadores de la Prefectura que ejecutan obras viales en zonas rurales fueron amenazados de muerte y de ataques incendiarios en campamentos y maquinarias si no pagaban a las bandas que operan en el sector.

Una fuente cercana a la Prefectura precisó que contratistas están pagando ‘vacunas’ para poder ingresar a las zonas donde se encuentran los proyectos. Tras lo ocurrido en el campamento Viche - El Albe, quienes ejecutan otras obras sacaron sus maquinarias por temor a más ataques.

En el campamento antes mencionado, antisociales le prendieron fuego al sitio donde la Prefectura guardaba los equipos con los que construye una carretera en Quinindé, hecho en el que murió calcinado un guardia y otro está grave en un hospital de Esmeraldas.