Lo complicado que resulta financiar
Una de las razones por las que muchos docentes contratados universitarios no logramos terminar una maestría se debe a que nos despidieron y no nos cancelan las liquidaciones de años laborados, en mi caso en la Universidad de Guayaquil.
El Vicerrectorado académico resolvió no renovar contratos a los docentes que no tenían maestrías culminadas hasta abril 2017, cuando la ley de educación superior habla que el plazo es octubre 2017, fecha que piensan prorrogar porque no existen muchas ofertas y el proceso de graduarse de máster con tesis, pasantías lleva más de tres años y los doctorados de cuatro a cinco.
Este país es de los más absurdo, mientras el presidente Moreno habla de las oportunidades para todos, en Guayaquil nos niegan el derecho a seguir estudiando una maestría, que de paso es autofinanciada y vale de $ 9.000 a $ 15.000; a más de ello, decidieron no renovarnos los contratos a quienes cursamos una maestría por más que hayamos justificado el curso en marcha de esta, en mi caso de Comunicación, y el proceso para pagarnos las liquidaciones como docentes ocasionales lleva más de cuatro meses sin que se haga efectivo dicho pago. Es decir, no nos permiten seguir trabajando para lograr un posgrado y no nos pagan los referidos haberes.
Lic. Félix Gómez