A una semana de que se recuerde el Día de los Difuntos todavía hay 59 cuerpos que no se han identificado, y eso que han pasado más de seis meses desde que se investigan los casos de cadáveres perdidos en Guayaquil, durante el tiempo de confinamiento por el coronavirus. Las familias lloran doblemente por el fallecimiento y por no saber dónde están los cuerpos. El doctor Freddy Herrera conversa con EXPRESO de lo que ha implicado saber quiénes eran las 216 personas que estaban en morgues móviles y el gasto que esto le ha representado al Estado.

- La ciudadanía cuestionó que el proceso de identificar a los cuerpos perdidos en Guayaquil fue lento, ¿qué trabas se presentaron?

- No hablaría de trabas, sino que el proceso fue largo porque se aplicaron tres métodos: necroidentidad, antropología y genética. Estamos en la etapa final. Pero, en algunos casos no tenían familiares directos con vida; es decir un padre o un hijo. En estos casos era casi nulo el poder hacer el cotejamiento genético.

- ¿Qué solución hay cuando no hay familiar directo?

- Hacer otros perfiles, pero tomando en cuenta los cromosomas Y, esto es comparar los datos con los familiares que tengan una afinidad sanguínea. Es decir con un hermano, tío o primo. Es posible que en estos días salgan estos nuevos resultados.

- ¿Y en caso de los que no tienen familia?

- Vamos a hablar con el fiscal para exhumar al padre o hijo. En esta particularidad están cuatro cuerpos. Trabajar en encontrar la identidad de 216 cuerpos ha llevado varios meses. Es verdad que a la luz de la sociedad ha tomado mucho tiempo, pero no sacrificamos la parte técnica para evitar entregar un cuerpo sin estar plenamente identificado.

- ¿Usted dijo que se usaron tres métodos, cuánto tiempo se llevó en cada uno?

- Por necroidentidad fueron unos 15 días, pero contando desde que la Fiscalía dio la orden para iniciar el trabajo de identificación. Por dos o tres meses estuvimos trabajando en campo; y luego vino el método de antropología que llevó dos o tres meses adicionales. El tercer paso fue la genética forense.

- ¿Por qué no se entregaron rápido los cuerpos identificados?

- Para entregar los cadáveres necesitábamos la liberación total de la Fiscalía, que es cuando indica que ya no necesita hacer ninguna pericia, y que el cuerpo está plenamente identificado. Este documento lo da la Fiscalía.

- En una entrevista anterior dijo que tiene un cuerpo identificado, pero no lo pueden entregar porque no está cedulado, ¿ya lo entregaron?

- Es la madre que debe realizar el trámite y no lo ha hecho. Tiene que ser cedulado para que legalmente exista.

- ¿Y si la señora no lo hace la van a ayudar?

- Sin la cédula se lo enterraría con un código y como N.N.

- ¿Y por qué no se puede identificar a más de medio centenar?

- A la fecha hay 59 N.N. La mitad desde que ingresaron a los hospitales lo hicieron sin dar ningún nombre.

- Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo dijeron que van a pedir exhumación, ¿cómo seleccionar qué bóveda abrir?

- Hay que estudiar cada caso. Por ejemplo de un fallecido el 24 de marzo: ¿quién hizo el levantamiento del cuerpo? ¿dónde? Hay que hacer un rastreo. Exhumar a todos los fallecidos por coronavirus es imposible. Eso llevaría años.

- ¿Cuánto cuesta una exhumación?

- Somos servidores públicos y el procedimiento se hace gratis.

- ¿Cuántos cuerpos enterró el Estado, el Municipio y cuántos los asumieron las familias?

- Se entregaron 99 cadáveres a la familia, de un universo de 157 identificados. Creo que fueron enterrados por el Municipio. Luego, como servicio, enterramos a 49 cadáveres.

- ¿Para el trabajo de identificación tuvieron que contratar más personal?

- No se contrató a más personal. Lo que hicimos fue desplazar personal de otras partes del país.

- ¿Cuánto costó el trabajo de identificación de 216 cuerpos?

- Manejo los datos técnicos, ese dato numérico no sé.

- De Quito, ¿cuántos vinieron?

- Cuatro.

- ¿Cuánto fue el gasto en la logística para movilizar a los expertos de Quito a Guayaquil?

- No tengo ese dato.

- ¿Se ha afectado la inversión anual?

- No se hizo el equipamiento que estaba planificado. Por ejemplo, la compra de dos vehículos isotérmicos, uno para Quito y otra para Guayaquil, que sirven para transportar cadáveres.

- ¿Cuál el costo de esos vehículos?

- No estoy seguro, calculo unos 45.000 dólares. Esta compra queda para el próximo año.

- ¿Han tenido apoyo del exterior?

- Estamos conversando con Cruz Roja Internacional y Medicina Legal de Colombia, por tres muestras que acá no podemos procesar. Se hace un estudio de ADN microcondrial ( es el pequeño cromosoma circular que se encuentra en la mitocondria) de cuerpos cremados.

- ¿Cuántas personas trabajaron en las identificaciones?

- Es complejo responder, no tengo el número de los peritos de Criminalística de la Policía. En antropología forense fueron tres; y de genética forense, 10.

- ¿Hay fecha para decir hasta aquí llegamos?

- Eso corresponde a la Fiscalía.

- ¿Qué anécdotas tiene de este trabajo?

- Me llamaban hasta en la madrugada a mi celular y no dormía. Es ambivalente decir que había alegría al identificar un cuerpo, esto porque todo fallecimiento genera tristeza.

- ¿Qué sentimiento tiene frente a los casos aún no resueltos?

- Soy empático y me da pena, pero la ciencia también tiene límite y genera un poco de frustración no poder dar la tranquilidad a todos de encontrar a su familiar. Es doloroso.

- ¿Qué lección queda?

- El protocolo de manejo de fallecidos por coronavirus estuvo listo a tiempo, pero no se socializó rápido y la aplicación se volvió compleja; porque cada día en un hospital morían unas 50 personas. Nadie esperó esa magnitud. Otra lección, una fue la visión técnica y otra la política. No había la misma la velocidad de respuesta por la burocracia.