Está triste y su mirada lo delata; aunque lo niega y dice que es decepción. Luis Alfonso Chango, presidente de Mushuc Runa, no esperaba estar jugando los últimos partidos de la Serie A del campeonato ecuatoriano para defender la categoría. Se veía en una final por el título ante Barcelona. Eso lamenta.

Habla de las tres finales que tienen. Pero finales para no descender a la Serie B.

Chango hace cuentas. Con calculadora en mano suma, divide, resta... está consciente que dependen de ellos mismos y de otros resultados. “Son tres finales con Cuenca, Liga de Quito y Barcelona. Hubiésemos estado felices si esa final con Barcelona hubiese sido la final de finales y no por el descenso. Ahora debemos ganar todos los partidos y esperar que Delfín y Fuerza Amarilla no sumen. Somos los opcionados más directos para la B”, dice con nostalgia y coraje.

El dirigente es claro con sus preceptos y aclara que ningún equipo pone en su presupuesto dinero para salvar la categoría. “No me han pedido dinero (los jugadores), pero no daré ni dos reales para que salven la categoría. Ellos por dignidad deberían dejar el equipo en la Serie A”, aseguró enfático.

Chango sostiene que el fútbol le ha dejado más molestias que satisfacciones. “Esto es manejar individuos que solo saltan cuando se les muestra el fajo de dinero. Mi discurso siempre será el mismo y haré cumplir mi palabra que no todo es plata. Este tipo de manejo sin ética ni profesionalismo han llevado al caos e inestabilidad a los equipos. Si todos fueran profesionales debería dolerles perder la categoría, pero muchos solo juegan cuando les muestran dinero”, insistió.

Agregó que muchas personas le han comentado que esto del fútbol es dinero y que debería sacar las “maletas llenas de dólares”, pero no es así. “Tenemos dinero, pero en la cooperativa de ahorros donde hay cerca de $ 200 millones que son sagrados y nada tienen que ver con Mushuc Runa Sporting Club, donde se tiene otro presupuesto.

Finalmente, sobre las declaraciones de Emiliano Olivero, jugador que milita en la institución que preside, quien citó que en el fútbol ecuatoriano hay “mano negra” y que ciertos jugadores se venden, el directivo zanjó el tema diciendo no saber nada. “Hay muchas cosas que se comentan, pero no investigan y tampoco hay pruebas. El señor Olivero no me ha comentado nada, pero en realidad no me gustaría saber quién se ha vendido”, acotó.