La casa de dona Dalvina

Algo está pasando en la arquitectura contemporánea... ArchDaily, uno de los mayores sitios mundiales de arquitectura, acaba de otorgar el premio Building of the Year 2016 a la casa de doña Dalvina Borges Ramos, construida en la ciudad brasileña de Sao Paulo y diseñada por la firma Terra e Tuma Arquitetos.

No tendría nada de particular esta noticia, a menos que supiéramos que esta humilde vivienda compitió contra más de 3.000 proyectos de todo el mundo, que su dueña es una simple empleada doméstica de 74 años de edad, que la casa de apenas 95 m² fue construida en un lote de solo 4,8 m de frente por 25 m de largo y que está ubicada en el popular barrio paulista de Vila Matilde.

En enero de este año el arquitecto chileno Alejandro Aravena obtuvo el Premio Pritzker, el más importante de la arquitectura mundial, al considerar el jurado que Aravena, con una importante obra en vivienda social, “... personifica el renacimiento de un arquitecto comprometido con la sociedad” y que en esta época en que “el papel del arquitecto está siendo desafiado para servir mayoritariamente a necesidades sociales y humanitarias (...) ha respondido a este desafío de forma clara, plena y generosa”.

Dos años atrás, en la XIX Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, el Primer Premio Nacional y Latinoamericano lo recibió una casa construida en caña guadúa en la parroquia rural Convento, perteneciente al cantón Chone, en Manabí. El proyecto del arquitecto guayaquileño Enrique Mora, que compitió contra más de 300 obras presentadas, fue considerado por el jurado, presidido por el finlandés Juhani Pallasmaa como “...un ejemplo estimulante a los esfuerzos actuales que se desarrollan alrededor del mundo para diseñar obras arquitectónicas para condiciones limitadas en términos de aceptabilidad, economía, capacidades de construcción y materiales disponibles”.

Si a esto sumamos los trabajos de firmas nacionales como Al borde, en Quito, o como Natura Futura, con sus proyectos realizados en Babahoyo, nos hace pensar que, definitivamente, algo está pasando en la arquitectura contemporánea.

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