El oficio que complementó el trabajo de más de cinco décadas. Revelar, investigar y contar las irregularidades de los políticos de turno o el olvido a los problemas de la ciudadanía, son características principales de este medio, pero que trascienda al debate público ha sido posible con ayuda de los canillitas.  

Ellos empiezan temprano y se trasladan a sus puestos de trabajo con el EXPRESO y Extra. Arreglan sus productos y comienzan la jornada. No lo visualizan como un simple trabajo, para ellos ha representado el sustento de su hogar y al ruta clave para aportar en la sociedad. 

Hay historias como la de Rómulo y Jacqueline Betancourt quienes, por tradición, decidieron ser vendedores de periódicos. Rómulo lleva en el negocio 53 años y recuerda 'como si fuera ayer' el inicio de EXPRESO. 

"Llevo toda mi vida y gracias a este trabajo pude viajar a crédito. Lo que más me gusta es leer EXPRESIONES y mantenerme al tanto de los famosos y artistas", cuenta emocionado el vendedor más longevo. 

Yessenia Roche es otra muestra. Ella está ubicada en el centro de la ciudad y es testigo de la masiva acogida que tienen ambos diarios, es más, dice convencida de que las ventas, ahora, son mayores y se lo atribuye a la credibilidad que 'no afloja' el periódico. 

"Antes vendíamos menos, ahora más de 15 en un día. Son pedidos porque hay noticias importantes como el tema de Durán", relata la canillita más joven.