La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) y la Policía Nacional informaron, este sábado 22 de abril, sobre la localización del bus que atropelló a Santiago Gangotena, exrector de la Universidad San Francisco de Quito, cuando cruzaba la calle María Angélica Idrovo, en Cumbayá.

Se trata de un bus marca Hino, fabricado en 2015, color verde, de placas PAC-3373 y que su dueño lo tenía a la venta. Fue localizado en el patio de la Cooperativa de Transporte Tumbaco, a la que pertenecía.

Según el registro web de AMT, el bus no acudió para la revisión técnica vehicular de 2022 ni de 2023, en Quito. Por lo tanto, al Servicio de Rentas Internas le adeuda 1.012 dólares.

En los años anteriores tuvo problemas para pasar la revisión vehicular, cuya prueba tiene como objetivo garantizar las condiciones mínimas de seguridad de un vehículo. En 2021, el bus se presentó en febrero, pero no pasó la prueba mecánica. Circuló por las calles del valle de Tumbaco, Cumbayá y Quito con un permiso condicional. En diciembre de ese año finalmente aprobó la revisión.

En 2020 tampoco se presentó a las agencia del municipio capitalino. De 2016 a 2019 siempre presentó fallas mecánicas, que no se detallan en la web, pero que obligaron a tener permisos condicionales. 

Si bien la Fiscalía General del Estado anunció este sábado el inicio de una investigación para dar con la persona que conducía el vehículo, en los registros públicos consta el titular del automotor. Se trata de Eduardo Parra, quien desde 2014 a enero de 2023 ha presentado 14 infracciones de diferente tipo: pasarse el semáforo en rojo, conducir sin licencia, desobedecer las órdenes de agentes, circular por zonas restringidas.

De acuerdo con la Agencia Nacional de Tránsito, actualmente el dueño del bus tiene 8,5 puntos en la licencia de los 30 iniciales. El 19 de enero pasado registró su última infracción en la avenida Oswaldo Guayasamín. Él conducía el bus que ahora está en investigación.

Este Diario llamó por teléfono al conductor y a la Cooperativa Tumbaco, pero no han respondido. 

• Las diligencias

Los agentes del Servicio de Investigaciones de Accidentes de Tránsito de la Policía ya chequearon el automotor involucrado. Tomaron fotos, revisaron el estado de los neumáticos, carrocería y más. Ellos deben elaborar un informe para la Fiscalía. La investigación se profundizará con la recolección de los testimonios de los testigos y con los videos de las cámaras de vigilancia. 

• La sanción

El Código Integral Penal, sanciona con una pena que va de uno a tres años de cárcel a los conductores que causan un accidente fatal. Si el atropellamiento se da por exceso de velocidad, daño mecánico, llantas lisas, más de las horas permitidas para manejar seguido o por inobservar leyes de tránsito, se aplica el artículo 377 y se sanciona con tres a cinco años de cárcel.

La situación se agrava si el conductor del vehículo estaba alcoholizado o había consumido drogas. En ese caso se aplica el artículo 376. La sanción es la revocatoria de por vida de la licencia y de 10 a 12 años de prisión.